El nuevo rector de la UNAM y la igualdad de género

Sara Esperanza Sanz Reyes y María Beatriz Tzuc Dizb

El Dr. Leonardo Lomelí Vanegas es el nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El día de ayer fue nombrado por la Junta de Gobierno para un periodo de cuatro años, del 2023 al 2027. Es economista y doctor en historia y ha sido señalado por propios y extraños como un universitario comprometido, brillante, humanista, con una gran solidez académica y con disposición para el diálogo. En una reciente entrevista con el periódico El País señaló que si bien existiría continuidad con respecto a su antecesor, también habría cambios para el bien de la casa de estudios: “La institución debe saber conservar pero también tiene que detectar los cambios y procesarlos sin estridencias, de la manera más prudente” (El País, 2023). 

El primer eje y línea programática de su plan de trabajo para la rectoría fue “La universidad incluyente y al servicio de la nación” en el que plantea la necesidad de planear de forma participativa, una preocupación por la salud física y mental de los estudiantes y el compromiso institucional con la promoción de la igualdad de género. A la letra dice: “Es necesario consolidar a la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) y fortalecer las Comisiones Internas para la Igualdad de Género (CInIG), incorporar cursos sobre igualdad y erradicación de la violencia de género en todos los programas y planes de estudio, desde el bachillerato hasta el posgrado, así como capacitar y sensibilizar a la planta académica, al personal administrativo y a los funcionarios en estos temas y en la promoción y protección de los derechos humanos” (Lomelí, 2023: 23).

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Esta línea estratégica se enfrenta a grandes retos como son el aumento de quejas por violencia de género, la exigencia por parte del alumnado de la revisión de planes y programas de estudio para la incorporación de textos de investigadoras y literatas, la solicitud de espacios universitarios donde sea posible conciliar los trabajos de cuidado con los académicos y también de esparcimiento para el autocuidado, un mayor respeto a las diversidades sexo genéricas, la revisión los contratos colectivos de trabajo para incorporar la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados y el cuestionamiento a como los mandatos de feminidad y masculinidad generan una distribución inequitativa del trabajo de cuidados y cómo repercute en el desarrollo profesional universitario. 

Para lograrlo la UNAM cuenta con el bagaje institucional y expertis de la CIGU, que desde el 2020 desarrolla una agenda para sumar proyectos, recopilar experiencias, divulgar los derechos universitarios, generar propuestas de investigación, capacitación y sensibilidad hacia la comunidad universitaria a favor de la igualdad sustantiva, los derechos humanos y la prevención de la violencia. Estos elementos se incluyeron en el Plan de Desarrollo Institucional 2019-2023, en 5 de los 6 ejes y 40 de los 265 proyectos, sus prioridades han sido: atender y prevenir la violencia de género, comunicar y sensibilizar a la comunidad universitaria en materia igualdad sustantiva, transversalidad en la política institucional en materia de género y contar con una legislación y docencia e investigación con perspectiva de género (CIGU).

Una buena forma es contribuir introduciendo materias transversales que sensibilicen y formen en la igualdad. Hasta ahora en 97 planes de licenciatura cuentan con al menos una asignatura con perspectiva de género (53.3 por ciento), y a nivel posgrado existen nueve programas (incluido el Posgrado de Estudios de Género) de 306 que ofrece la Universidad, que cuentan con al menos una asignatura de esas características, lo cual implica una cobertura aún mínima del 2.9 por ciento. En la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES-Mérida) nuestras licenciaturas se encuentran a la vanguardia con la asignatura extracurricular transversal como requisito de permanencia: Igualdad de género: Herramientas para la reflexión y la praxis. Habrá que trabajar de la mano con el Doctor Lomelí para construir la agenda que marque la pauta en materia de igualdad de género no sólo en la UNAM, sino en el resto de las instituciones de educación superior en México.  La UNAM se ha caracterizado por ser ejemplo y guía en muchos procesos. Y esta no debe ser la excepción. Un goya para el nuevo rector y por quienes día a día construyen la igualdad de género en la Universidad.

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Edición: Fernando Sierra