Vida urbana, cambio de uso de suelo y movilidad en Mérida: una mirada desde la geografía

Gustavo Martín Morales

El Estado de Yucatán, alberga una rica historia y una diversidad cultural que se entrelazan de manera única con sus dinámicas urbanas. A medida que el mundo experimenta un crecimiento acelerado de las áreas urbanas, su comprensión se vuelve esencial para abordar los desafíos contemporáneos y planificar el desarrollo sostenible. 

Las ciudades, como entidades vivas y en constante evolución, son el resultado de una serie de factores de actuación como son: el crecimiento demográfico, las demandas económicas, la movilidad, el cambio de uso de suelo, entre otros. 

En el contexto de Mérida, estos factores se tornan particularmente interesantes para el tema de la geografía urbana; en especial la movilidad y el cambio de uso del suelo. Ser la capital del estado le confiere contar con mayor oportunidades económicas, educativas y culturales, que el resto de las ciudades del estado. 

Un análisis del cambio de uso de suelo en Mérida implica monitorear las áreas que han experimentado las transformaciones más significativas. Revelando el surgimiento de nuevas zonas comerciales sobre todo en la zona norte, la densificación de áreas residenciales y desarrollos inmobiliarios en la zona de Temozón, Cholul, Altabrisa y Caucel, por tan solo poner cuatro ejemplos; asimismo, se están observando una proliferación de espacios industriales para albergar nuevos desarrollos. 

Estos cambios estructurales han redefinido la configuración de la ciudad, influyendo no solo en su aspecto físico, sino también en la forma en que los residentes interactúan con su entorno cotidiano y se está traduciendo directamente en la distribución de servicios, el acceso a infraestructuras clave, la movilidad, así como en la calidad de vida de los habitantes. 

La consolidación de áreas comerciales y residenciales, así como la creación de polos industriales, ha alterado las rutas tradicionales y ha modificado la distribución de destinos clave en la ciudad. Este fenómeno no solo impacta a aquellos que residen en las áreas en transformación, sino que también ha tenido consecuencias en la movilidad de aquellos que viajan a través de estas zonas hacia el centro de Mérida.

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La respuesta a esta problemática no se ha hecho esperar, pues en los últimos años la infraestructura de transporte, incluyendo carreteras, transporte público y rutas peatonales, ha experimentado ajustes para adaptarse a las demandas creadas por el cambio en el uso de suelo en la ciudad de Mérida (Estrategia Integral del Sistema de transporte Publico VA Y VEN). Aunque se mantiene la necesidad de ampliar y mejorar las conexiones en ciertas áreas, como la de la zona sur; esta estrategia ha favorecido a la infraestructura de transporte y está dando frutos en la satisfacción de las necesidades cambiantes de una población urbana flotante como es la de Mérida, que está en constante crecimiento.

De acuerdo con lo anterior, para el Observatorio Regional de Gobernanza y Políticas Públicas de la UNAM (ORGA), se nos ofrece un gran reto, no solo monitoreando los cambios visuales en el paisaje urbano, sino también para comprender cómo estas transformaciones están afectando la funcionalidad y la movilidad de los habitantes en la capital de todos los Yucatecos.

Consideramos que una mirada desde la Geografía Aplicada, en primer lugar, debe proporcionar un análisis comprensible y accesible de los cambios observados en el uso de suelo en Mérida, examinando cómo estas alteraciones han afectado los modos y eficiencia de movilidad. En segundo lugar, debemos poner al descubierto de la relevancia de estas transformaciones para los residentes de la ciudad, explorando cómo las decisiones urbanísticas repercuten en la calidad de vida y la accesibilidad. Finalmente, al abordar estos temas, reflexionemos sobre las posibles estrategias y soluciones para los desafíos actuales y futuros que Mérida podría enfrentar en la intersección entre desarrollo urbano, cambio de uso de suelo y movilidad.

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Edición: Fernando Sierra