de

del

El conejo en la luna de Chichén Itzá

Columna: Cauces del Tiempo
Foto: Ilustración: Luis Resines @pelopanton

Abimael Josué Cú Pérez

Chichén Itzá, una ciudad maya de enorme importancia y una de las maravillas del mundo moderno, aún guarda numerosos secretos por descubrir. Muchos desconocen la existencia de extensos conjuntos habitacionales que rodean el sitio y que están apartados del majestuoso centro ceremonial, donde se encuentran el templo de Kukulcán y el Gran Juego de Pelota, destinos muy populares entre los turistas de México y de todo el mundo.

Uno de estos conjuntos habitacionales es el llamado "Serie Inicial", ubicado a 800 metros al sur del complejo de las Monjas. Aquí, se encuentran diversas construcciones de gran interés. Al llegar a la entrada principal, nos recibe un impresionante arco con una enorme rampa de acceso que conecta con un sacbé o camino blanco. Esta bóveda maya, conocida anteriormente como arco falso maya, contaba con una decoración espectacular que simulaba las fauces abiertas de un monstruo de la tierra o de la montaña, representando, según los antiguos mayas, la entrada al inframundo. Desafortunadamente, estos elementos decorativos no han sido restaurados debido a la incertidumbre sobre su ubicación original, aunque podemos imaginar su esplendor comparándolos con otras estructuras como la fachada de la Gran Acrópolis de Ek Balam y la arquitectura tipo Chenes, muy presente en los sitios arqueológicos del Estado de Campeche.

El conjunto de la Serie Inicial está rodeado por una muralla que marcaba un límite, restringiendo el acceso solo a ciertas personas. Investigaciones recientes revelan que este grupo albergaba principalmente órdenes guerreras encargadas de proteger tanto al propio grupo como a Chichén Itzá. El nombre de Serie Inicial se le atribuyó al grupo debido a que en lo alto de su estructura principal se descubrió, sobre dos atlantes, un dintel de piedra que tiene en su escritura jeroglífica la fecha más temprana de todo el sitio:13 de Julio del 878 d.C.

Otra estructura destacada es La Casa de la Luna, con cuatro columnas que marcan cinco entradas en su fachada principal. Las dos columnas centrales están adornadas con relieves de guerreros con tocados de serpiente y escudos de guerra. Cuando esta estructura se excavó en los años 1999-2000, se halló, cerca de la entrada principal, una de las piezas más emblemáticas de todo el grupo: un relieve con un conejo dentro de la Luna, de ahí que el recinto se bautizó como La Casa de la Luna.

El conejo, representado en la posición humana de cuclillas, parece sostener algo en su pata derecha, como si estuviera escribiendo. Esto cobra sentido dado que hay varias representaciones en vasijas y códices mayas donde los conejos personifican escribas, algunas incluso muestran el pergamino, la pluma y el tintero que utilizan para "escribir". El conejo en la Luna también simboliza la fertilidad y se asocia con Ixchel, la Diosa madre de la creación maya; ella, junto con el Dios principal Itzamná forman la pareja divina de la cual nacieron todos los dioses y la humanidad.

Se han planteado varias propuestas sobre la función de La Casa de la Luna. Una de ellas es que sirvió para realizar rituales de paso, es decir, ceremonias en las cuales los niños se convertían en adultos funcionales y ocupaban un lugar en la sociedad. Se piensa que este espacio era destinado para realizar este tipo de rituales tanto para niños como para niñas, ya que la parte femenina se representa con la figura del conejo en la luna y la parte masculina a través de los relieves de guerreros con tocados de serpiente. No obstante, es lógico pensar que no todo el tiempo se llevaban a cabo este tipo de ceremonias. Otras propuestas sugieren que el espacio también funcionó para reuniones de consejos o cortes, e incluso como alojamiento de viajeros o peregrinos que no residían permanentemente en el sitio. Algo equiparable a lo que hoy conocemos como un “salón de usos múltiples”.

Desde su descubrimiento, la piedra del conejo en la Luna fue trasladada al museo del sitio arqueológico de Dzibilchaltún por falta de un espacio adecuado en Chichén Itzá. Sin embargo, ahora, con la inauguración del Gran Museo de Chichén Itzá, la piedra del conejo regresa a su lugar original después de más de 20 años, junto con otras piezas importantes como el dintel con la fecha de la Serie Inicial, expuestas para el público en general.

Esperemos que futuras investigaciones continúen revelando información sobre esta importante ciudad para el mundo maya, permitiéndonos así conocer y respetar conocimientos, tradiciones y ciudades del pasado que hagan nuestro presente y porvenir más rico culturalmente. 

Abimael Josué Cú Pérez es arqueólogo colaborador del Proyecto Chichén Itzá del INAH.

[email protected]

 

Coordinadora editorial de la columna: 

María del Carmen Castillo Cisneros; profesora investigadora en Antropología Social

[email protected]

 

Lea, de la misma columna: El monumento a los Montejo: un tema inconcluso

 

Edición: Fernando Sierra


Lo más reciente

El legendario Warren Buffett anuncia su retiro como ejemplo del éxito estadunidense

El empresario e inversor dejará la dirección de Berkshire Hathaway tras 60 años y propone a Greg Abel como sucesor

Efe

El legendario Warren Buffett anuncia su retiro como ejemplo del éxito estadunidense

Brasil: Arrestan a dos personas por presunto intento de bomba en concierto de Lady Gaga

Se presume que el atentado la planeaba un grupo que difundía discursos de odio contra la comunidad LGBTTTI

Ap

Brasil: Arrestan a dos personas por presunto intento de bomba en concierto de Lady Gaga

Cadillac oficializa su llegada a la Fórmula 1

El director ejecutivo de la escudería, Dan Towriss, dijo que hasta el momento no se ha fichado a ningún piloto

La Jornada

Cadillac oficializa su llegada a la Fórmula 1

Atacan a asistentes a un velorio en Querétaro; hay tres heridos

Velaban a dos hermanos quienes fueron asesinados en ese mismo lugar el pasado 28 de abril

La Jornada

Atacan a asistentes a un velorio en Querétaro; hay tres heridos