Opinión
Felipe Escalante Tió
18/08/2024 | Mérida, Yucatán
Las llamadas noticias de alto impacto reciben ese nombre por una razón: se trata de hechos que tienen un efecto directo en el ánimo de la sociedad. Es frecuente que, después de un suceso de este tipo, se hable de una tristeza o indignación generalizadas.
En los libros de historia, igualmente, se describen reacciones al unísono, como si de verdad toda la sociedad tuviera el mismo sentimiento acerca de un hecho en específico. En los archivos existen, por ejemplo, informes sobre el asesinato de Felipe Carrillo Puerto y, sorpresa, quienes reportan se dedican a describir qué fue lo que hicieron determinadas personas, no los yucatecos en general.
Porque también habría qué pensar si, específicamente después del 3 de enero de 1924, se detuvo el tiempo, si los niños dejaron de ir a la escuela o se suspendió el abasto del mercado, si los vendedores ambulantes de frutas o elotes sancochados, los aguadores, afiladores, carboneros y demás, suspendieron sus actividades; si las cantinas como El Gallito cerraron sus puertas, en fin, si la vida cotidiana resultó afectada de alguna manera.
Una respuesta nos la ofrece el semanario La Lucha, en su edición del 12 de enero de 1924, apenas una semana después de que Felipe Carrillo Puerto y 11 acompañantes fueran fusilados por un consejo de guerra espurio, en medio de la rebelión delahuertista, y cuando ya Juan Ricárdez Broca se había apropiado de la gubernatura.
El semanario en cuestión, que era dirigido por Manuel María Escoffié, había dirigido un editorial sumamente duro la semana anterior, demandando conocer la opinión de Ricárdez Broca sobre lo que llamaba el problema económico de Yucatán, cuando apenas dos días antes se había asesinado a Carrillo Puerto. El 12 de enero, además de referirse nuevamente a las finanzas estatales, añadía una crítica a los obreros de los muelles de Progreso en su primera página, destinó un pequeño espacio con fotografías a una nota de apenas dos párrafos, que le resultaba sumamente optimista.
La nota en cuestión era una promesa. Vía telegrama, la empresa de la Compañía de Ópera envió a su representante en Mérida, Hilario Altamirano, el aviso de gira, que incluía una temporada en Mérida.
Decía el semanario: “La sociedad de Mérida debe estar de plácemes por la llegada de este gran espectáculo que viene a ser un lenitivo a nuestras penas pasadas y a proporcionarnos el placer de conocer a nuestros grandes artistas nacionales que según crónicas que tenemos en la mano de México, Puebla, Oaxaca y Veracruz, son sin disputa Glorias de la patria en el bel canto”.
Es decir, en medio del pesado ambiente político y la reciente ejecución del gobernador y el presidente municipal de Mérida, la vida cultural continuaba; el teatro Peón Contreras tendría temporada de ópera, y de muy buena calidad.
Es una lástima que el espacio dedicado a la futura temporada de ópera haya sido tan breve. La fotografía, en realidad un conjunto de ellas, no corresponde a los datos que la nota proporciona, pues aunque se encuentran numeradas como para que los lectores pudieran identificar a los cantantes, apenas aparecen cinco, cuando el texto proporciona los nombres de “María Teresa Santillán, Carlos Mejía, Diana M. MIlicua, Luis de Ibarguen, Josefina Aguilar, Eduardo Lejarazu, Adela Reyes, Luis Saldaña, Francisco Cruz, etc., son garantía en esta corta temporada de Arte Selecto de los éxitos que noche a noche se sucederán en nuestro gran teatro”. Recordemos que incluir fotografías en los periódicos era todavía un lujo para muchos.
En cuanto al programa de la temporada, La Lucha le pronosticó éxito y lo que llama la atención es que lo hace precisamente cuando la sociedad yucateca seguía impactada por los sucesos políticos. En las últimas líneas, Escoffié daba la bienvenida a los artistas y agregaba: “La sociedad de Mérida siempre se distinguió por su buen gusto y su cultura y estamos seguros que esta vez aun a pesar de las condiciones críticas por que atravesamos, sabrá acudir a su espectáculo favorito premiando así el esfuerzo de una empresa que a costa de grandes sacrificios visita estas lejanas tierras. Esperamos con ansia ese debut que nos anuncian con la magistral Opera ‘RIGOLLETTO’, ópera de prueba para verdaderos cantantes y artistas”.
Qué tal estuvo la temporada y la asistencia del público meridano, ese que tenía a la ópera como su espectáculo favorito, es tema de otras noticias, y otros tiempos.
Edición: Fernando Sierra