Opinión
Normando Medina Castro
25/09/2024 | Chetumal, Quintana Roo
A partir del primero de octubre aumentarán los riesgos para los empoderados a través de Andrés Manuel López Obrador que han usufructuado su aprobación popular y su credibilidad para blindarse, evitar el escrutinio público y sufrir las consecuencias de sus acciones opacas o claramente corruptas.
El pragmatismo del fundador de Morena, lo llevó a cometer abusos de su credibilidad y apoyo popular, convirtiéndose en quien decidía el bien y el mal de las acciones de sus cercanos, e incluso de sus opositores que se sometían al servicio de sus proyectos y su voluntad.
Por encima de hechos, conductas y acciones que marcan la trayectoria de las personas, varias veces referidos a abusos y corrupción, la palabra “redentora” de López Obrador los “convertía” en gente limpia, contra toda lógica porque la verdad no es subjetiva. En contraparte sus opositores evidenciados, exhibidos por la historia en sus abusos, antinacionalismo, clasismo, corrupción y el uso hasta el hartazgo de la mentira, la calumnia y la difamación, perdieron no sólo el apoyo popular, sino toda credibilidad.
Muchos priistas, panistas, perredistas y emecistas se sumaron al credo Obradorista y en automático “sus pecados les fueron perdonados”, sin importar la ley y la gravedad de sus faltas. El escudo protector de AMLO alcanzaba para eso y más. El 80 por ciento de aprobación con el que cierra su periodo presidencial en pocos días, es prueba fehaciente de eso.
En Quintana Roo el gobierno panista-perredista del ex priista Carlos Joaquín González estuvo marcado por la corrupción, los abusos y los escándalos, borrados de un soplo por López Obrador que dijo desde su púlpito de las conferencias mañaneras cuando fue cuestionado, que Carlos Joaquín era “un hombre decente” que gobernaba bien, y cuando concluyó su gubernatura le dieron la Embajada de México en Canadá, donde no han cesado sus abusos y escándalos.
Ahora
el hijo de AMLO, Andrés Manuel López Beltrán, formalizó públicamente su ejercicio del poder, al ser proclamado Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena durante el VII Congreso Extraordinario de ese partido. Siempre ha sido operador político sin someterse al escrutinio público. Muchos cargos partidistas en Morena se obtuvieron con su intervención, lo mismo en el gobierno, además de contratos como los obtenidos por sus amigos tabasqueños Olán. Aun con grabaciones circuladas ampliamente, prevaleció la negación de AMLO afirmando que eran víctimas de campañas de difamación, lo cual remarca el descrédito opositor. En adelante
Andy estará expuesto, ya es funcionario partidista, sujeto al escrutinio público, y ya sin el escudo protector del padre, tendrá que demostrar de qué está hecho, igual que varias personas más.
En lo local
En Quintana Roo y en otras entidades, gobernadas por Morena, dominadas por el partido Verde, tendrán que grabarse los cuestionamientos de la nueva dirigente nacional morenista Luisa María Alcalde Luján: “¿cómo mantenernos leales a nuestros principios? ¿cómo no alejarnos del pueblo, ni perder la mística, ni caer presas de la soberbia?...” los quintanarroenses repudian que la XVIII legislatura local de mayoría aplastante de Morena y sus aliados hayan modificado la Constitución del Estado para que los cargos de Dirección General puedan ejercerlos foráneos sin arraigo. Un abuso y una afrenta más a la población que les dio el voto.
En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra