Opinión
La Jornada Maya
14/10/2024 | Mérida, Yucatán
Enrique E. Barbosa Martín.
El huevo es uno de los alimentos de mayor consumo a nivel mundial. No solo se puede deleitar como único ingrediente, si no que además puede consumirse en una gran diversidad de platillos tanto dulces como salados. Cada país tiene sus recetas icónicas: huevos rotos en España, benedictinos en Inglaterra, con arroz en Asia y desde luego no podemos dejar de lado a nuestros famosos huevos motuleños. Sin duda son pocos los alimentos que podemos encontrar en cualquier parte del mundo y éste es uno de esos.
A propósito del día mundial del huevo, que se celebra anualmente cada segundo viernes del mes de octubre, es importante poner sobre la mesa algunas particularidades de este súper alimento. De él se dice mucho, incluso que puede ser perjudicial para la salud. Pero realmente sus beneficios son mucho más de los que nos imaginamos. Es por ello que a continuación, se enlistan 7 puntos para celebrar este sabroso, nutritivo y versátil alimento.
1. Es una pieza clave de nuestra despensa. El huevo es un alimento prácticamente omnipresente en los hogares mexicanos. Tan es así, que forma parte de la canasta básica, su consumo per cápita alcanza los 345 huevos al año; ¡lo que equivale a más de 26 kilos de huevo por mexicano por año! A pesar del incremento en su precio en los últimos meses.
2. Es importante para nuestra salud. El valor biológico es un término utilizado por los científicos para referirse a la calidad de las proteínas alimentarias. En este sentido, el huevo posee el valor biológico más alto de los alimentos, dentro de los no procesados. De ahí precisamente radica su relevancia para un sano crecimiento, formación de músculos y huesos, mantenimiento del sistema inmune, entre muchos otros beneficios a la salud.
3. ¡No es dañino! No existe evidencia que avale, que dentro de una dieta variada y equilibrada, este genere daños a la salud. En personas sanas, las recomendaciones internacionales indican que podemos consumir hasta siete huevos por semana, sin generar riesgos cardiovasculares. Es importante reconocer que el huevo no solo aporta colesterol, sino también proteínas de alta calidad, hierro, azufre, fósforo y vitaminas A, B, D y E, entre otros nutrimentos.
4. El color no importa. Contrario a lo que se piensa, no existe evidencia científica que sustente la diferencia sensorial o nutrimental entre el huevo color rojo, blanco o de cualquier otro color. El color realmente está determinado por factores genéticos del animal; haciendo que las gallinas color marrón produzcan huevos rojos, mientras que las gallinas color claro produzcan huevos blancos.
5. Es un aliado en la industria alimentaria. Su importancia no solo es nutricional, si no también tecnológica en la industria de alimentos. La textura característica de muchos alimentos procesados como flanes, panes y merengues es producida gracias a las proteínas del huevo; específicamente cuando éstas son sometidas al calor o a agitación mecánica, un proceso conocido como desnaturalización.
6. No debe lavarse. En condiciones ideales, este producto no debe lavarse para ser almacenado; ya que las bacterias podrían atravesar la membrana de la cáscara mojada. Si la cáscara se encontrara muy sucia, lo prudente es limpiarlo con una toalla húmeda justo antes de su consumo. Debido a que la cáscara del huevo no es 100 por ciento libre de microorganismos (sobre todo por su origen), debe ser colcado en recipientes cerrados y evitando el contacto directo con otros alimentos.
7. Cocinado es mejor. Tal como se comentó en el punto anterior, el huevo puede mantener cierta carga microbiana. La única posibilidad para evitar riesgos es consumiéndolo cocido. ¡De ninguna manera debe consumirse crudo! Además, la calidad de las proteínas del huevo se aprovechan de mejor manera cuando ha sido correctamente cocinado.
Considerando además aspectos culturales y gastronómicos, el huevo forma parte de muchos platillos típicos en México, nos sobran razones para incluir este súper alimento dentro de nuestra dieta. ¡Sin culpa y, por supuesto, con moderación!
Ingenio Colectivo
Edición: Fernando Sierra