Opinión
La Jornada Maya
21/10/2024 | Mérida, Yucatán
Bernardo Sarvide Primo
A punto de celebrar el 65 aniversario del Museo Regional de Antropología, Palacio Cantón, y la apertura de su nueva Sala de Sitio, que permitirá a los visitantes adentrarse en la historia de este emblemático edificio y sus múltiples usos, dedicamos este artículo a explorar los orígenes del museo y sus colecciones fundacionales. La historia del Palacio Cantón como museo Arqueológico comenzó en 1959, cuando se inauguró en su sótano, marcando el inicio de una nueva etapa.
Este recorrido histórico ha sido documentado gracias a la labor de la Mtra. Blanca González, investigadora del Centro INAH Yucatán, cuyo proyecto culminó en el libro El museo Yucateco. Forjando una identidad, publicado en 2018. En él, se narran los retos y cambios de sede que enfrentó el primer museo, hasta su consolidación en el Palacio Cantón.
Es relevante destacar que, tras la Independencia, los museos en México se formaron en gran medida a partir de documentos y objetos locales, con el propósito de contribuir a la construcción de una identidad nacional o regional. Un claro ejemplo de esto fue el primer museo público de Yucatán o “Museo Yucateco”, inaugurado en 1871 y clausurado en 1924, cuyo objetivo era preservar y exponer el patrimonio cultural de la región.
La idea de establecer un museo público en Mérida fue promovida por el licenciado Justo Sierra O'Reilly desde 1841, con el objetivo de "impedir que ni el más pequeño fragmento de nuestro tesoro de antigüedades salga jamás de Yucatán..." y de fomentar una identidad yucateca entre los criollos locales. Sin embargo, el proyecto fue temporalmente suspendido debido a la Guerra de Castas (1847-1901). Posteriormente, el 4 de junio de 1866, el comisario imperial Domingo Bureau decretó la creación de un Museo de Arqueología y Artes, denominado Museo Yucateco, aunque la caída del gobierno imperial volvió a retrasar su consolidación.
Finalmente, bajo el mandato del gobernador Manuel Cirerol Canto, se decretó la creación del Museo Yucateco, que fue inaugurado el 16 de septiembre de 1871 en dos salones del Instituto Literario del Estado, como parte de las celebraciones por la Independencia Nacional. En sus inicios, el museo albergaba 194 objetos, algunos aportados por el gobierno local y otros por su primer director, el sacerdote, historiador y coleccionista Crescencio Carrillo y Ancona. Aunque el acervo continuó creciendo tras su apertura, el museo permaneció cerrado por falta de personal, y no abrió al público sino hasta seis años después.
En 1875, tras la negativa del presbítero Carrillo y Ancona a jurar las leyes de Reforma, fue destituido de su cargo, y en su lugar se nombró a Juan Peón Contreras. Bajo su dirección, el museo recibió el firme apoyo del gobierno, lo que permitió realizar recorridos en busca de nuevas piezas, habilitar un acceso directo desde la calle y asignar personal para su limpieza y custodia.
Desde la creación del museo se comenzó a integrar una importante colección de retratos y de restos óseos identificados que creció notablemente a partir de 1900, cuando su entonces director, Arturo Gamboa Guzmán, se propuso reunir óleos de todos los gobernantes de Yucatán. Lo anterior se concretó con la creación de una galería general de personajes distinguidos a la que se sumaron imágenes coloniales y otros restos mortales de protagonistas de la historia local.
A pesar del auge económico local y de la prosperidad generada por la industria henequenera entre 1880 y 1920, el Museo Yucateco no se benefició de esta bonanza. En 1906, fue desalojado del Instituto Literario y reubicado en la antigua Casa de Maternidad, en el barrio de la Mejorada y diez años más tarde se ordenó su clausura temporal.
Tras albergar sus colecciones en diversos espacios, como una antigua escuela y la Casa del Obrero Mundial, el Museo Yucateco tuvo un breve paso por el Ateneo Peninsular, antigua sede del Obispado de Yucatán, entre 1920 y 1923. Posteriormente, fue trasladado a la Primera Escuela de Profesores, que luego se convertiría en la Escuela de Medicina, donde permaneció de 1923 a 1924.
Con la clausura definitiva del Museo Yucateco, sus colecciones fueron transferidas al Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán, su sucesor, cuya primera sede fue el ex templo de San Juan de Dios. Allí, las colecciones se enriquecieron con nuevas esculturas, pinturas y fotografías de personajes destacados. En 1959, el museo se reorganizó exclusivamente como el Museo Arqueológico de Yucatán, ubicado en el sótano del Palacio Cantón. Los bienes arqueológicos y coloniales quedaron bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mientras que las piezas de los siglos XIX y XX fueron almacenadas, para luego ser entregadas al INAH en 1980.
Ese mismo año, el museo fue reinaugurado bajo el nombre de "Museo Regional de Antropología, Palacio Cantón", título que mantiene hasta la actualidad y bajo el cual sigue resguardando una de las colecciones más importantes de la Península de Yucatán.
Bernardo Sarvide Primo es arquitecto y Director del Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón.
Coordinadora editorial de la columna:
María del Carmen Castillo Cisneros; antropóloga social del Centro INAH-Yucatán
Edición: Fernando Sierra