Cultura
Felipe Escalante Tió
08/01/2025 | Mérida, Yucatán
Considerando que la respuesta a la convocatoria de la Secretaría de Cultura para la Reunión de Consulta hacia el programa sectorial federal fue tal que el cupo se completó en unos pocos días, debe esperarse una amplia participación este jueves en el Museo Regional del INAH Palacio Cantón, por parte de creadores, artistas y público en general, en un diálogo respetuoso. Sin embargo, la limitación a tres minutos implica un enorme esfuerzo de síntesis para la presentación de propuestas y también exige a las autoridades una gran capacidad para incorporar iniciativas recogidas en un plan que resulte transversal y en beneficio de la protección del patrimonio y diversidad cultural nacionales.
Con toda seguridad, la discusión en las otras ocho mesas que componen las Reuniones será sumamente enriquecedora, pero tal vez no posean una problemática tan compleja como la que se abordará en Mérida, dado que el patrimonio y la diversidad culturales terminan por impactar en las prácticas de lectura, la protección a los derechos de autor individuales y colectivos, el establecimiento de espacios, lo que las diferentes comunidades considera arte, y por supuesto, se requieren de apoyos económicos para su salvaguarda y difusión.
A fin de dejar atrás la concepción utilitarista de la cultura y el consumo de bienes culturales, bien podría demandarse del Estado lo siguiente:
1. La garantía de coordinación entre las instituciones que registran las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial y las autoridades civiles. Las fiestas tradicionales, con todo lo que impliquen sus procesiones y celebraciones, son fundamentales en el fortalecimiento de la identidad comunitaria y la modernidad no debiera ponerlas en peligro.
2. Igualmente, simplificación de trámites para quienes deseen restaurar un inmueble artístico o histórico, y que el INAH responda de manera expedita a las solicitudes de inspección por deterioro en edificios como iglesias y conventos, que constitucionalmente son propiedad de la Nación, pero que también suelen ser los principales monumentos en las comunidades más alejadas de las grandes urbes.
3. Asegurar que cada entidad federativa y sus municipios cuenten con un catálogo de construcciones y monumentos históricos y artísticos. Este documento podría ampliarse para incluir piezas de arte urbano y registrar también el historial de cada inmueble mediante una ficha técnica.
4. Aunado al catálogo, el fomento a las acciones de reconocimiento de lugares de memoria en todos los estados.
5. La dignificación de archivos históricos, dando cumplimiento a la Ley General de Archivos, abarcando aquellos que se encuentren en custodia de organismos descentralizados o instituciones académicas. Esto debe incluir presupuesto para la creación de contenidos de difusión de las piezas documentales contenidas en cada uno de los acervos.
6. Que la creación de contenidos para la difusión de la memoria histórica sea considerada entre las actividades que permitan calificar para ingresar y/o permanecer en el Sistema Nacional de Investigadores.
Finalmente, esperemos el éxito de la Reunión en el Palacio Cantón y que, como se dijo líneas arriba, el Plan Sectorial resulte en la garantía de salvaguarda y difusión del patrimonio cultural nacional, y que próximamente podamos hablar de cómo estos años resultaron cruciales para que los mexicanos valoráramos sus diferentes manifestaciones.
Lee las primeras partes aquí:
Edición: Estefanía Cardeña