Opinión
Edgar Fernando Cruz
04/03/2025 | Mérida, Yucatán
La Típica Yukalpetén es la gran orquesta de México, fundada hace 83 años, hoy albergada en la Sedeculta y en su sala, el Palacio de la Música.
Las batutas de un director y la expresión corporal a veces son un espectáculo en sí mismo, como Von Karajan, que era impresionante verlo dirigir ¿Qué director te gusta?
Me gusta el trabajo de Abdo y de Bernstein sobre todo
¿Qué instrumento te gusta tocar?
El piano es una orquesta en sí mismo, puede hacer armonías, melodía, ritmo, por eso el solista puede hacerlo solo, con un piano.
Sí, el piano es un instrumento maravilloso y ya son portátiles, ¿te imaginas cuando no lo eran?
Sí aunque nada ha sustituido al piano de palo como se dice, por los armónicos, yo creo que la tecnología no ha llegado a imitar, tan bien lo que se siente cuando pones tus manos en un piano de madera y es una cosa inexplicable.
¿Cómo llegaste a la música, vienes de una familia de artistas, pero como inicias?
Mi papá, uno de los grandes directores de teatro de acá, Wilberth Herrera, escribía porque él tenía el Teatro Pedrito, llamado así porque yo fui Pedrito alguna vez. Él hizo ese teatro porque quería darnos lecciones morales de comportamiento, entonces a nosotros nos lo decía con cuentos que necesitaban música y esa música la hacía yo con el órgano que tenía. Obras en pequeño pero con mucha seriedad, pero un día fui a un bar, el Villa Maya, vi tocar a una persona, y dije "esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida". Él estaba tocando la suite de Cloud Bowling, me puse de rodillas y me acerqué al tipo y le dije: "Necesito que me dé clases, yo quiero tocar como usted", y en efecto fue mi primer maestro de orquestación, el maestro Víctor Sayas que arregló para Silvio Rodríguez.
Ese fue mi despertar y es lo que voy a hacer el resto de mi vida.
¿Eres compositor?
Sí tengo el ballet Canek en 12 partes, con aire mayense y tengo otra obra con Jorge Buenfil, El Hombre de Maíz, he escrito mucha música para teatro, para el trabajo de mi hermana Andrea, para Erika Torres y obras pequeñas de orquesta de cámara que toca mi hija Andrea en la flauta y Jimena en el violín.
¿Cómo es recibida la orquesta en otras latitudes?
Bueno, acá la gente quiere mucho a su orquesta y afuera nos quieren muchísimo. Cuando llegamos a diferentes estados la orquesta es tratada con mucho cariño, lo agradezco mucho. Alguna vez estábamos tocando en Venezuela y te sorprendería cuánta gente conoce las canciones yucatecas como El pájaro azul, Peregrina, Nunca, y a veces uno piensa que es gente que no tiene ni idea de lo que hacemos aquí en Yucatán pero no, nuestra música es una música sin fronteras
México es un país muy musical, cada región tiene su propia música, quizá por el mestizaje ¿cómo ves la música yucateca en el panorama musical nacional?
Yo digo que el único estado que me da envidia es Veracruz por su instrumentación, pero ahí va la música yucateca. Lo que nos ha faltado es la difusión adecuada porque no es una música comercial, no es tan rítmica, es demasiado bien hecha para poderla vender masivamente. Yo digo que nuestra labor es mantenerla viva, si vienes a ver a la orquesta vas a volver porque realmente es música muy buena, es música bien compuesta, hecha por poetas y de manera muy cuidada.
¿Qué otros géneros te gustan y escuchas?
Hay tanta música bella, pero me gusta mucho Stravinsky, U2, me gusta Rubén Blades, Silvio Rodríguez, que es mi héroe -no comulgo con la inclinación ideológica de muchas de sus canciones, pero es un genio total-, obvio Joaquín Sabina, Juan Manuel Serrat... Hay un abanico tan grande que estoy agradecido de estar en un mundo que te puede mostrar todo eso.
Antes del siglo XX no se grababa, era en vivo y hoy lo tenemos al alcance todo el tiempo en todos lados, hoy vivimos con un soundtrack eterno.
Sí, pero antes la música nos unía más, ahora cada quien tiene sus audífonos, no hay una música que una a la nación. Probablemente lo último que se me ocurre es la música de los 90, como grupo Maná y Caifanes unían a todo el país... Aun así la música nos sensibiliza y nos une como seres humanos.
Pedro Carlos herrera, 20 años al frente de la OTY
Gracias.
Edición: Fernando Sierra