Sociedad
Normando Medina Castro
05/03/2025 | Chetumal, Quintana Roo
Sin ninguna justificación verdadera, de manera unilateral, con prepotencia irracional, incluso ufanándose de su acción, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump impuso aranceles del 25 por ciento a las exportaciones de México hacia su territorio, lo cual afectará el comercio, la economía y la vida de ambas naciones que, además tienen un tratado comercial junto con Canadá que pagará la misma taza.
Muchos hechos se salen de cualquier planeación y del dominio de los afectados, como es el caso de México y Canadá, ambos socios comerciales de los norteamericanos, y con señalamientos endebles, sin pruebas, más bien con pretextos rebatibles, e ignorando el arbitraje internacional o cualquier otro mecanismo que implique diálogo real, Trump cumplió su amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento a México y Canadá.
Lo mismo hizo con China que ya respondió a los aranceles impuestos por Trump y ha rechazado productos forestales procedentes de Estados Unidos y anunció que aplicarán un 10 y 15 por ciento a todos los productos agropecuarios estadunidenses.
Los dirigentes y líderes de Canadá reaccionaron airadamente, fijaron aranceles espejo a todos los productos afectados por los norteamericanos, lo cual era previsible, sin embargo lo que es digno de admirar es la respuesta de la población, no sólo políticos, sino también comerciantes y empresarios que han retirado de sus establecimientos productos estadunidenses. El rechazo de los canadienses al país de las barras y las estrellas es firme y generalizado.
Parecía improbable que los dos componentes de Canadá, francos y sajones, pudieran unirse, pero ha ocurrido y enfrentan como uno solo los abusos del mandatario de los Estados Unidos. Nada es más importante que la dignidad, la soberanía y el bienestar de una nación amenazada y atacada por una potencia extranjera.
Esa lección debiera ser aprendida por los medios de comunicación y la comentocracia mexicana alineada con la derecha conservadora que tienen frentes abiertos contra la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien enfrenta los ataques de Trump contra México y en el interior a sus mezquinos opositores antinacionalistas. Y todavía tiene que lidiar con las miserias, traiciones y deslealtades de sus aliados del partido Verde y del Trabajo, junto con la corrupción y el nepotismo de infiltrados de las élites de su partido Morena.
La inseguridad y la violencia en Quintana Roo ha llegado a niveles más que preocupantes. Diez ejecutados en la zona sur de la entidad en días recientes, en poblaciones rurales de Othón P. Blanco: cinco en Sacxan, tres en Melchos Ocampo, uno en Javier Rojo Gómez y un muerto en balacera en la colonia Solidaridad de Chetumal. En Playa del Carmen habitantes de la colonia irregular San Judas Tadeo hicieron un plantón frente a las oficinas de la Fiscalía del Estado para denunciar que personas presumiblemente del crimen organizado los aterrorizan y exigen “derecho de piso”, en fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra