Opinión
Rulo Zetaka
26/03/2025 | Mérida, Yucatán
El nerviosismo en el trabajo es algo común de cuando inicias proyectos, pero conforme vas refinando tu práctica profesional las emociones se atemperan y con cada nuevo escalón en el quehacer de tu profesión brotan esos nuevos sentires que te detonan adrenalina nuevamente. Así se siente al hacer entrevistas, algunas son en confianza y fluyen como una conversación de viejas amistades, otras son lentas y difíciles cuando no estás en el mismo canal de quién está siendo entrevistado y algunas otras mueven a todo el equipo de trabajo, esas son de otro planeta.
El equipo de La Jornada Maya en la Filey estaba impaciente, se nos había traslapado el trabajo. Mientras Israel coordina el montaje de dos espacios para entrevista en video, Efjan, Jaso, Rodrigo y yo preparamos lo que hace falta. En la comida platicábamos de nuestras experiencias con una de las entrevistadas de hoy, Julieta Fierro, y Jaso, fotógrafo de La Jornada Maya, nos enseñó una foto que se tomó hace más de una década con Julieta Fierro, a quien hoy tendría el honor de fotografiar en entrevista con Rodrigo Medina.
A Julieta se le hizo temprano, dejando en ridículo a la puntualidad inglesa. Arribó al stand con las manos llenas, venía con una acompañante y con Margarita, quien trabaja con las autoras de editorial Sexto Piso, entre las tres cargaban dos bolsas grandes de manta repletas de objetos, sus propias bolsas con sus cosas y una pelota de playa.
Tenemos que reconocer que no esperábamos que llegaran con tantas cosas entre manos así que la sorpresa inicial fue mayúscula en nuestro reducido espacio privado. La acompañante de Julieta Fierro y Margarita se llevaron las cosas a guardar y nos dejaron con Julieta quien procedió con suave voz, a preguntarnos sobre él periódico mientras firmaba algunos libros.
Uno de esos libros fue de Jaso, quien le mostró la foto que nos había enseñado en la comida y la cara se le iluminó a Julieta Fierro, quien como buen astro celeste proyecta su halo de luz sobre quienes están cerca y nos dejó orbitando alrededor de ella: le propuso a Jaso que ahora se tomarían tres fotos y me entregó el teléfono para tomarlas a mi.
Desde mi asiento y con sorpresa observé a través de la cámara la cara infantil de Jaso con profunda felicidad, y capturé cómo Julieta Fierro posaba para las fotos. La primera fue similar a la que se habían tomado años atrás, pero terminaba con ella dándole la mano para una pose danzarina, la segunda ella se inclinó y miró hacia arriba a los ojos de Jaso, el profesor de matemáticas devenido en fotógrafo se sonrojaba ante el astro que lo miraba desde abajo.
Y al final lo orbitó. La última foto se puso detrás de él y le indicó que abriera los brazos, aunque Jaso la eclipsó en un momento mientras se construía la imagen, Julieta se asomó detrás de su hombro con una sonrisa inmensa que me dejó un eclipse anular en la mirada. Jaso nunca hubiera imaginado esa escena, y yo tampoco pensé que hubiera tenido la posibilidad de observarla. Escasos segundos después, Efjan vio salir a un niño chiquito del espacio donde sería la entrevista, un Jaso de 8 años se acababa de tomar la serie de fotos mas hermosa de su corta vida, con un astro que aluza sus sueños.
Julieta Fierro conversó largo y tendido con Rodrigo bajo la mirada de Israel y Jaso. La doctora en astronomía, veterana divulgadora de la ciencia se maravilló de tener un periódico a color en sus manos, se detuvo hacia el final a hablar de la importancia de las lenguas de los pueblos originarios. Mientras escribo este texto pienso en lo que me perdí, pues solo escuché el final de la conversación con Julieta y vi el periódico entre sus manos.
Cuando el cometa se alejó de la órbita de la cúpula de La Jornada Maya, aún sorprendido, observé una larguísima fila para entrar a la presentación de Julieta Fierro, con editorial Sexto Piso está presentando su libro “Astronomía ¿Para qué?” Más de 200 personas abarrotaron el salón Uxmal 4 para su presentación, una docena recibió libros, dulces, juguetes, cucharas, pelotas y otros objetos curiosos que son definitivamente material para otra crónica.
@RuloZetaka
Edición: Fernando Sierra