Opinión
Normando Medina Castro
02/04/2025 | Chetumal, Quintana Roo
La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de la dirigencia de Morena, con malabarismos y apelando a una causal de formalidad, su registro aún como miembro del Partido Acción Nacional en los listados de la autoridad electoral, determinó “no admitir la solicitud de afiliación del Senador Miguel Ángel Yunes Márquez” que era motivo de polémica y discrepancias entre morenistas.
Una determinación que sentara precedente tendría que dejar claro que las razones de la afiliación o rechazo se basa en los fundamentos ideológicos, históricos, éticos y morales de compatibilidad o incompatibilidad con la Cuarta Transformación.
Una trayectoria personal opuesta totalmente a los valores fundacionales del Morenismo no puede soslayarse a la hora de ponderar nuevos militantes, y aún más cuando se trata de personas que ocuparán cargos de gobierno o representación popular. La falta de congruencia y de coherencia es un cáncer que mata la credibilidad y aleja a los partidos y personajes del apoyo popular.
El poder que tiene al interior de Morena el líder del senado Adán Augusto López es grande, pero no absoluto como parece pensar. Consiguió “limpiar” expedientes de los Yunes enterrando procesos judiciales y le dio la presidencia de la muy importante Comisión de Hacienda de la cámara alta a Miguel Ángel a cambio de su voto por la Reforma Judicial. Hasta ahí muchos morenistas juzgaron oneroso el pago al senador panista, pero don Adán Augusto todavía lo impulsó para afiliarse a Morena, pero no le alcanzó el poder.
Durante la campaña por la gubernatura de Veracruz, el patriarca del clan de los Yunes, Miguel Ángel Yunes Linares, difamó, calumnió e insultó de todas las formas posibles a Rocío Nahle, quien abanderó a Morena y ganó ampliamente las elecciones. En una grabación que circuló ampliamente se escucha al cacique prianista pedirle a su grupo de choque que encaren en lugares públicos a la candidata morenista y la increpen con gritos e insultos. Así lo hcieron, aunque nadie les creyó y el voto no les favoreció. La afliación a Morena del senador Miguel Ángel hubiera significado la apertura de candidaturas guindas a sus afines, lo cual resulta aberrante para la gobernadora Nahle, los morenistas veracruzanos y del resto del país. Se pasó de pragmatismo Adán Augusto López.
En Quintana Roo, los gobierno municipales, suman a sus nulos resultados en el combate a la inseguridad y la violencia, errores y abusos que nacen de su codicia personal. Los contratos con sobre precios ya se institucionalizaron. La filosofía de las y los munícipes se basa en “primero los negocios” de manera burda. Piensan que con estar protegidos internamente y con los órganos estatales es suficiente para seguir impunes. Como si la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno no pudiera tocarlos. El hartazgo que siembran genera más desgaste a la gobernadora Mara Lezama. La alcaldesa de Othón P. Blanco, Yensunni Martínez no tiene mesura y se cree sentada en un trono inamovible dejándole las necesidades de Chetumal a la gobernadora, lo cual le puede cobrar factura pronto. En política es “pecado mortal” sumarle tus negativos a tu jefa. Las ejecuciones y desapariciones forzadas en Othón P. Blanco, José María Morenos, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Playa del Carmen, Cancún, crecen como nunca había ocurrido en gobiernos anteriores. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra