Opinión
Rulo Zetaka
11/06/2025 | Mérida, Yucatán
Hay recomendaciones que no se pueden dejar pasar. En junio del año pasado publiqué una reseña de la primera novela de Suzette Celaya, y pude platicar con ella en entrevista en marzo pasado durante la Filey 2025. En la conversación que se dio en la cúpula de La Jornada Maya, Suzette se tomó un par de respiraciones para pensar la última pregunta, sobre que libro recomendaría. Se declaró poco lectora del cuento, pero me recomendó un libro que salí corriendo a comprar.
La Santita (Consonni, 2024) de Mafe Moscoso Rosero fue la recomendación que hizo y me dejó ávido de más desde la primera página. Mafe Moscoso tiene una pluma afilada que camina entre la antropología y la ficción. Los relatos contenidos en La Santita son vertiginosos y no dan espacio para el respiro. Tanto, que con sorpresa en la entrevista Suzette se asombraba de las palabras que Mariana Enríquez le dedica a Mafe en el prólogo a La Santita.
Y es que Mariana Enríquez derrocha emoción en sus palabras, nos da la bienvenida a un mundo que le fascinó y del que la exótica y galardonada autora de Nuestra parte de noche se enamoró. Siendo consecuentes con el libro, aunque las palabras de Mariana Enríquez son muy potentes, es un libro que brilla con luz propia, la que entretejen las estrellas del firmamento de sus relatos.
No quisiera develar hilos en las tramas, sino que buscaré comentar algunas cosas que desde mi perspectiva entretejen ese firmamento narrativo. Lo primero es que hay que anunciar lo obvio, lxs protagonistas de sus relatos son diversxs. Ante una ola de personajes que hemos visto recurrentemente narrados, Mafe nos hace mirar hacia otras formas de existir en el mundo y se detiene a explicarnos desde donde miran esos personajes. Descubrir en el libro que significa el calificativo de enchaquiradx en el contexto cultural de donde brota la narrativa nos devela nuevas realidades que aún están narrándose y que avizoran seguirse narrando.
La autora escribe desde una ficción mágica llena de realidad y es donde su mirada antropológica cuestiona la lógica occidental. Dentro de los relatos la magia es realidad. Esto me hizo pensar que se puede entrever en los textos la realidad de la magia, pues en los relatos de Mafe Moscoso se contrapone al realismo mágico, con esto me refiero a que cuando la mirada occidental nombra los hechos mágicos en contexto latinoamericano, los hace salir del sombrero de un mago, la paloma imposible sale volando por un resquicio de la manga.
En los textos de Mafe, la manga existe porque la paloma habita dentro de ella, desde una perspectiva que podría nombrarse decolonial, o al menos construyendo una mirada crítica a los textos narrados en el siglo XX, se hace notorio que quien escribe estos relatos reconoce el caminar de los pueblos originarios y algunas de sus múltiples formas de comprender el mundo. Con profundo respeto Mafe nos acerca a personajes que danzan con los seres etéreos que habitan los mares, profundidades y montañas, y son esos seres junto con muchos otros los que hacen que el mundo sea mundo.
Para finalizar, hay que decir que los relatos nunca pierden su cadencia latinoamericana, al final del libro, las páginas se toman un respiro para proponernos el playlist de las historias. En todos los relatos encontramos referencias a canciones y es a este compás al que leemos. Mafe se preocupa por dejarnos algo más allá del texto, cuando lo concluyamos seguro seguiremos recordándolo con un movimiento de cadera.
Si usted vive en este terreno ardiente al que llamamos Mérida, Yucatán, puede conseguir el libro, igual que yo, en la librería Sempere, en el centro de Mérida.
@RuloZetaka
Edición: Fernando Sierra