Opinión
Dalila Aldana Aranda
05/08/2025 | Mérida, Yucatán
En una entrega pasada sobre
el arrecife Alacranes, señalaba que, en la sociedad contemporánea, el modelo de consumo busca simplemente la gratificación inmediata. Es la cultura de “tener todo rápido”. Lo anterior aunado a las estrategias de mercado y tecnología generan una demanda insaciable de consumir de manera inmediata sin ninguna reflexión sobre la necesidad del producto, su utilidad y mucho menos sobre su impacto a nuestro planeta. Aunado a ese consumo, va su desecho casi inmediato. La sostenibilidad del planeta se ve como algo abstracto, lejano, intangible, sin utilidad alguna, que no nos afectará y que no somos parte de ella. A pesar de que el consumo y desecho acelerados si afectan el bienestar individual, comunitario y la salud del medio ambiente.
El mundo, se generan más de 2 mil millones de toneladas de residuos al año, gran parte proviene del consumo excesivo y la falta de reciclaje, como ocurre con 91 por ciento del plástico que no se recicla o la industria de la moda que aporta 10 por ciento de las emisiones de CO2 y genera 92 millones de toneladas de residuos textiles que se tiran cada año. Bueno hasta los alimentos producidos se desperdician, 30 por ciento de ellos terminara en la basura. En México se tiran 12 millones de toneladas de comida al año. Cantidad equivalente a una comida diaria para los 126 millones mexicanos por cuatro meses. Estos datos muestran la urgencia de reducir el consumo y mejorar la gestión de desechos. Para que tengas un equivalente querido lector, 92 millones de toneladas de textiles representan 460 mil millones de playeras, lo que equivale a 60 playeras por cada persona al año en nuestro planeta. Obvio que ni las personas más ricas se compra esa cantidad de ropa, entonces 90 por ciento de la ropa fabricada terminará en un basurero o quemada. ¡Qué desperdicio de materias primas, agua y energía! Eso si en el precio de cada ropa que compres ya está calculado lo que no se venderá y por ende, querido lector ya lo pagaste.
En cambio, para los pueblos mayas, los ciclos de la naturaleza son expresiones hieráticas del equilibrio entre el universo, la tierra, la vida y la humanidad. Dado que estamos en la Tierra del Maya y de nuestro mar esmeralda, para disfrutar de esta “Temporada” hagámoslo de una manera sustentables en la costa de Yucatán, adoptando hábitos que protejan el medio ambiente y su bio diversidad y que beneficien a las comunidades locales.
Hospedaje. Toma acciones en tu casa de temporada propia, prestada o alquilada, que garanticen el uso eficiente de recursos. Por ejemplo, la ducha debe de ser mojarse-cerrar llave-enjabonarse-enjuagarse = 20 litros de agua. En cambio, la regadera abierta, 7-10 minutos gasta 200 litros de agua! En la costa de Yucatán no hay agua dulce, está viene de los pueblos, ejemplo Chicxulub Pueblo le surte agua a su puerto. Donde no hay pueblo, esas casas son surtidas con agua de pipas. Fíjate bien en la carretera de Progreso a San Crisanto y verás una gran cantidad de pipas de agua en esta temporada. Muchas preguntas hay que hacernos, de dónde es su procedencia, su calidad, su certificación sanitaria, etcétera. Se abordará en otra entrega, por ahora, ciérrale a la llave.
Energía. En la costa, el suministro de energía es limitado y deficiente, con la llegada de vacacionistas que quieren vivir con aires acondicionado, la temporada termina en más apagones. Así es muy importante preferir la ventilación natural, aprovechar la brisa de la tarde y dormir con el sonido maravilloso del viento y el oleaje. En la noche apaga todas las luces de tus terrazas, es temporada de eclosión de tortuguitas y ellas caminan en dirección a la luz para buscar el mar, sólo que si hay luces de las casas caminaran al revés y terminarán muriendo de cansancio de no llegar al mar. Si ves tortuguitas llama de inmediato a un campamento Tortuguero (999 965 8751). ¡Apaga la luz!
La Basura, otro “Big problema”. Ningún municipio de la costa tiene implementado algo tan sencillo como es su separación que además genera ingresos adicionales de su venta. Va una invitación para que los presidentes municipales pongan puntos verdes en sus municipios. Además, un día a la semana recolección de ramas de poda amarradas en atados. Eso reduciría 80 por ciento el volumen de la basura. ¿Por qué las acciones sencillas no se implementan? A título individual, para minimizar la basura, en particular la de los plásticos de un solo uso (botellas de todo tipo, bolsas y recipientes de alimentos y bebidas) es muy importante llevar recipientes reutilizables donde se compren alimentos y bebidas. Prohibir como lo establece la ley el uso de recipientes de nieve seca y plásticos a los comerciantes. Cada visitante genera en promedio 1.5 kg de residuos diarios, así que separar, reducir y reusar es fundamental. Deja todos los embalajes que puedas en Mérida. El volumen de basura en los puertos durante la “Temporada” aumenta hasta 250 por ciento, en comparación con días regulares y los puertos no disponen de sitios adecuados para la basura.
En temas de alimentación, prioriza productos frescos, locales y de temporada adquiridos en los mercados de los puertos. No olvides tu Sabucán. En productos del mar consume sólo las especies cuya captura está permitida, no consumas especies en veda, como el caracol. La Secretaría de Pesca, puede generar un QR para que consumidores y comerciantes tengamos en nuestros smarphones las especies permitidas a su consumo para cada temporada y las que están en veda. Sencillito de implementar. En días recientes, en Chuburná Puerto me ofrecieron un ceviche de pescado y camarón y venía con carne de caracol (Strombus) que está en veda y no sólo eso, sino eran individuos juveniles como se puede apreciar en la foto donde se le ven sus ojitos. Por supuesto que no lo consumí. Seamos una cadena responsable desde la captura, comercio y consumo.
En resumen, con acciones ciudadanas sostenibles y sencillas, tu viaje contribuirá a preservar la riqueza natural y cultural de Yucatán de su costa y de nuestro mar esmeralda de la temporada. Cada acción cuenta y sirve de mucho.
Por el bien de todos, primero la Ciencia
Ciencia que no se comunica no sirve
Edición: Fernando Sierra