Opinión
Normando Medina Castro
21/08/2025 | Cancún, Quintana Roo
Cada quien forja su legado político y su papel en la historia con sus decisiones, sus actitudes, sus acciones y comportamiento, la grandeza o intrascendencia de cada persona no es heredada como si fuera un capital monetario.
El ámbito de los ideales, los valores y las convicciones, asi como el desarrollo de las facultades propias como la inteligencia, voluntad
y libertad, son personales, aunque contribuye en gran medida el entorno familiar y social, pero no de manera definitiva y absoluta. Hijos de buenos políticos no son necesariamente buenos políticos.
Andrés Manuel López Obrador no heredó el poder presidencial de nadie. Luchó muchos años,
caminando en pantanos y lugares
inhóspitos de su natal Tabasco,
luego en la jungla de asfalto de
la Ciudad de México ganando su
lugar como líder y dirigente en
el Partido de la Revolución Democrática, para después concluir
esa etapa obligado en gran parte
por el rechazo hacia él por parte
de los Chuchos alineados con el
PRIAN, por lo que creó el Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena) con el que alcanzó la
Presidencia de México y cambió
el paradigma en el que los ricos
eran prioridad, y en cambio fijó
como centro de sus acciones a
los pobres, tomando distancia del
neoliberalismo de la derecha.
Tras el retiro de AMLO al
concluir su mandato, Andrés Manuel López Beltrán, quien estuvo
siempre cerca de su padre en el
poder, entró formalmente a la dirigencia nacional de Morena como
secretario de Organización. El impulso del legado de AMLO es indudable, su vástago no caminó pantanos ni sufrió represión violenta,
más bien en su entorno hay amigos burgueses y proclividad a los
lujos y el disfrute de las prebendas
del poder. No ha tenido empacho
en procurar que sus amigos como
Amílcar Olán accedan a contratos millonarios dentro de los gobiernos morenistas, y algunos en
cargos importantes como Antonio
Martínez Dagnino, quien entró al
SAT en 2018 y en 2022 ocupó la jefatura, donde ha sido ratificado por
la presidenta Claudia Sheinbaum
Pardo. En las elecciones locales de
Durango y Veracruz sufrió una
dura derrota magnificada por los
enemigos odiadores de su padre,
a quienes dio suficiente material
con sus lujosas vacaciones en Japón. Antes, en Durango, se jactó de
afiliar a Morena al impresentable
ex dirigente estatal del PRI duranguense, Enrique Benítez, conocido
por publicar insultos contra la presidenta Sheinbaum Pardo. En una
emisión del podcast La Moreniza
expresó que le disgusta que le llamen Andy, porque el diminutivo
minimiza el legado de su padre,
pero eso no es asunto de nombres,
sino de decisiones, acciones, actitudes, comportamiento, los cuales
penosamente, lo hacen más Andy
que nunca. Y todavía no toma valor para reaparecer en público.
El
Tren Maya que cubre la rutaMérida-Cancún sufrió un percance en la estación de Izamal, Yucatán, cuando a baja velocidad, el
último vagón se salió de los rieles.
No hubo lesionados, ni daños considerables en la infraestructura.
Una comisión determinará las
causas, ya que al parecer fue por
error humano de los conductores
de dos trenes que coincidieron
en esa terminal. El incidente fue
magnificado por algunos medios
regionales e influencers. La prensa
nacional, aún la de derecha opositora a la 4T, informó el hecho sin
mayor escándalo, lo cual contrasta
con la hecatombe de la que dieron
cuenta personas como el magnate
Ricardo Salinas Pliego.
En fin, son cosas que pasan
en nuestro país y en nuestro
caribeño estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Mirna Abreu