Opinión
Francisco J. Rosado May
15/12/2025 | Mérida, Yucatán
En el caso de la estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos, se retoma la Doctrina Monroe, que inició el 2 de diciembre de 1832, cuando el presidente de ese país era James Monroe. La premisa central fue “América para los americanos”, prácticamente diciendo que el hemisferio occidental, es decir, el continente americano, sería la esfera de influencia prioritaria para Estados Unidos.
Con el tiempo la Doctrina Monroe se hizo obsoleta, especialmente cuando los primeros pasos de globalización ya se vislumbraban. Estados Unidos se ganó la fama de ser el policía del mundo, no había región o país donde no se sintiera su presencia o poder, incluso en los países considerados como enemigos, como en su momento lo fue la Unión Soviética, China o el medio oriente. El mejor ejemplo está en el papel que jugaba Estados Unidos en el Tratado de Atlántico Norte. Los países miembros de la OTAN, en la Unión Europea, descuidaron su gasto en defensa confiando en que tendrían la protección de Estados Unidos.
Ya no más. Incluso las palabras del presidente Trump al comentar la nueva estrategia de seguridad de su país, no fueron amables con Europa, continente que sintió una fuertísima sacudida. La nueva estrategia de Estados Unidos se nota, por ejemplo, con la presencia militar en el Caribe y las intenciones de actualizar y posiblemente ampliar sus bases militares en Latinoamérica.
La influencia de China y de otros países como Rusia, con todo y sus inversiones en el área, tendrán que rediseñarse. Los países latinoamericanos no podrán sustraerse de esta nueva política de Estados Unidos; es en este contexto que también se analiza la decisión mexicana de imponer fuertes aranceles a productos de China y otros países asiáticos. La pregunta es: ¿Estamos preparados para este terremoto geopolítico-económico?
Para muchos analistas el documento en análisis representa una lógica sólida, desde el punto de vista de un sector de política conocido como de derecha. La verdadera prueba de su aceptación por parte de los ciudadanos norteamericanos se verá en las elecciones intermedias para renovar el congreso y algunas gubernaturas. Si la lógica detrás de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos es aceptada y adoptada por la mayoría de los ciudadanos, el partido en el poder mantendrá el control político y podrá avanzar mucho más su agenda. Pero hay que tomar en cuenta otros factores, especialmente el económico.
La fortaleza del peso mexicano, de acuerdo con expertos, se debe a la debilidad del dólar. La percepción de la población de nuestros vecinos es que el costo de vida ha aumentado y hay servicios que están en riesgo, especialmente en el sector salud. Los recientes resultados electorales, como el que sucedió recientemente en Miami, con el triunfo de los demócratas, después de casi tres décadas de control republicano, señala que será difícil, muy difícil, que la estrategia de seguridad se implemente como está previsto.
No obstante, lo anterior debe sacudir a nuestros políticos. ¿Estamos preparados para estos cambios? Divididos y con altos índices de violencia y corrupción, tendremos problemas muy serios.
Es cuanto.
Edición: Fernando Sierra