Un estudio de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y publicado en la revista Nature Astronomy, detalla el hallazgo de una sustancia conocida como fosfosina en el planeta Venus, la sustancia fue encontrada con ayuda del telescopio James Clerk Maxwell en Hawái y el de Atacama en Chile; esta sustancia en la tierra está asociada con la vida en algunos microbios o en ambientes pobres de oxígeno como los pantanos, por ello es que la presencia de la fosfosina en Venus abre la posibilidad de que haya vida en ese planeta lo que conducirá a nuevos descubrimientos sorprendentes.
Venus es el segundo planeta del Sistema Solar y el más semejante a la Tierra por su tamaño, gravedad, masa, densidad, y volumen, y desde la Tierra es uno de los objetos más luminosos del cielo, su brillo sólo es superado por el Sol y el de la Luna, además para un espectador desde la Tierra el planeta presenta un ciclo muy regular de visibilidad en la bóveda celeste lo que ha representado para varias culturas la inclusión de Venus en sus cosmovisiones.
En el caso del México Antiguo las características de observación del planeta Venus en la bóveda celeste fueron asociadas a fechas muy relevantes del calendario agrícola debido a su coincidencia con estos ciclos. Así los puntos en el horizonte más extremos en el norte y sur donde aparece el planeta Venus al atardecer coinciden más o menos con el comienzo y el fin de las lluvias respectivamente.
Esta coincidencia fue lo que hizo que las diferentes culturas del México Antiguo, entre ellas los mayas, asociaran al planeta Venus con la agricultura y sus dioses; Venus, la lluvia y el maíz fueron relacionados intensamente y sus representaciones materiales se observan hoy en códices, pintura mural y estructuras arquitectónicas en los sitios arqueológicos.
En el caso de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá el planeta Venus fue representado en la plataforma que lleva precisamente ese nombre, se trata de una construcción cuadrangular de 17 metros de ancho por otros 17 metros de largo y cuatro metros de altura, ubicada enfrente de la fachada norte del Castillo, al inicio del sacbé (camino, en maya) que lleva al Cenote Sagrado, la plataforma en cada uno de sus lados tiene una escalinata y las alfardas están rematadas por cabezas de serpiente, en los paneles que decoran la estructura se pueden observar elementos que la han asociado con el planeta Venus: en la parte superior se observa una banda con una serpiente emplumada y elementos acuáticos como peces, debajo de esta banda hay tres tableros el de la derecha tiene el glifo del planeta Venus y luego un atado de cañas con el símbolo del año, en el tablero central una deidad que agrupa elementos de Kukulkán como estrella vespertina (Venus en el atardecer), y el tablero de la izquierda representa las energías ascendentes y descendentes del cosmos.
Venus tuvo un papel muy importante en las antiguas culturas y al parecer lo tendrá ahora para nosotros si se confirma lo descubierto por los científicos recientemente.
Edición: Elsa Torres
La mandataria llamó a definir las candidaturas para 2027 con reglas claras y sin derroche de recursos
La Jornada
El producto suministra 70 por ciento del mercado estadunidense
Ap
El también presidente nacional del PRI es acusado de enriquecimiento ilícito
La Jornada
La cifra representa 120 por ciento respecto a la meta programada
La Jornada