George Martin

Óscar Muñoz
Mérida

13 de marzo, 2016

Tal parece que este año será fatídico para el ambiente rockero. Vivimos apenas el tercer mes de 2016 y ya ha sucedido la muerte de otra celebridad musical, la de George Henry Martin. No sólo fue un productor musical, arreglista, compositor, director de orquesta, ingeniero de sonido, sino también un músico fabuloso. Y lo más importante, tuvo una participación fenomenal en los discos de The Beatles como un quinto elemento fundamental. Con una formación académica, este arreglista estuvo muy ocupado en el ambiente de la música clásica, los estudios de grabación y la producción musical desde los años cincuenta. Con todo ello, The Beatles fueron enfrentados con este monstruo por el manager del grupo, Brian Epstein, a partir de 1962: una banda de rockers líricos enchamarrados frente a un gentleman entacuchado y académico.

Si bien George Martín apoyó a The Beatles a través de sus arreglos musicales, el conjunto se vio profundamente influenciado por la visión académica y clasicista del productor, claro, sin descuido del rock beat que componían. Es muy seguro que desde sus primeras piezas musicales de The Beatles sean encontrados embriones del Proto-Prog, es decir, el primer tipo de rock progresivo, la primera forma de este género de rock. Aunque, para ser precisos, no fue sino hasta la aparición del álbum Revolver que las piezas que lo integran, en su gran mayoría, presenten con mayor evidencia primeras formas del rock progresivo. Sin embargo, algunos críticos han considerado que fue desde el álbum anterior, Rubber Soul, que la música del grupo puede ser considerada inicialmente progresiva. Lo que sí parece que hay coincidencia entre los especialistas es que el último disco de The Beatles considerado de Proto-Prog sea Abbey Road, de 1969, y ya no tanto Let It Be, aparecido en 1970. Un dato adicional: curiosamente, en éste último ya no participó George Martín, sino otro arreglista, Phil Spector.

Respecto del Proto-Prog, habrá que establecer algunas precisiones: grupos de rock, como el caso de The Beatles, generalmente creaban piezas musicales con tintes progresivos antes de que el progresivo se hubiera desarrollado totalmente; por otra parte, los grupos de Proto-Prog establecieron una conexión entre la mente y el rock, de ahí que en las piezas musicales de estas bandas haya elementos psicodélicos, como la canción Strawberry Fields Forever, de John Lennon.
Acerca de esta pieza, precisamente, George Martin fue quien consiguió en el estudio hacer el arreglo musical suficiente para obtener una canción eminentemente Proto-Prog. Muchos consideraron la pieza como el resultado de la experimentación en el rock, un aspecto fundamental del rock progresivo. Para lograrlo, Martin integró dos tomas diferentes de la pieza en una sola a través del manejo cuidadoso de la variación de tiempo existente en cada toma: un asunto aparentemente técnico; sin embargo, no deja de ser considerada una experimentación para conseguir el efecto psicodélico anhelado.

The Beatles y George Martín, una amalgama de clásico y rock, precisamente elementos constitutivos del rock progresivo. En este sentido, habría que reescuchar las canciones en las que Martin hizo los arreglos más evidentemente clasicistas, por ejemplo: en Yesterday incluyó un cuarteto de cuerdas o en Penny Lane su arreglo exigió la intervención de un solista que tocara la trompeta piccolo o en Eleanor Rigby metió toda una orquesta de músicos clásicos (para el caso de piezas de Paul McCartney). También en canciones de John Lennon hizo arreglos excepcionalmente clásicos, como el caso de los violines, los violonchelos y los metales de I am the walrus, o los órganos clásicos de Being for the benefit of Mr. Kite, sin olvidar los experimentales bucles de cinta que fueron incluidos en la misma pieza.

Después de haber sido el arreglista de corte clásico que intervino en la creación de obras musicales de rock con The Beatles, George Martin apoyó a otras bandas del ambiente, como América, Cheap Trick y Little River Band, además de grupos contemporáneos de los cuatro de Liverpool. Junto a los conjuntos de rock, también intervino con sus arreglos en obras de músicos de Jazz Rock/Fusion, como Jeff Beck y Mahavishnu Orchestra, y de New Age, como el caso particular de Paul Winter. Ah, y no podían faltar grupos de rock progresivo, algunos de los cuales interpretaron composiciones de Martín, como Theme One, por Van Der Graaf Generator (Eclectic Prog) en 1972, y la colaboración especial de Martin en el disco Pinafore Days del grupo Stackridge (Prog Folk) en 1974.

En esta súbita semblanza del arreglista mágico y misterioso, habrán quedado fuera otros aspectos importantes y detalles olvidados, pero no podrá quedar nunca de lado el hecho contundente de que el mundo haya considerado a George Martin como el Quinto Beatle. Requiescat in pace.