Texto y foto: Eduardo Lliteras Sentíes
La Jornada Maya
Jueves 21 de junio, 2018
Circulando a las dos de la tarde sobre la calle 22 del municipio de Conkal, a menos de cuadra y media de donde despacha el alcalde panista Jorge Enrique Pérez Parra -quien busca la reelección-, un grupo de personas descargaba con rapidez un camión de carga frente a la casa de campaña de la joven candidata priísta en dicho municipio, Hiselle Díaz del Castillo.
Tras descubrirlos casualmente, decidí bajarme para grabar lo que a todas luces eran mercancías que serían utilizadas para la compra del voto.
Los fornidos hombres que descargaban las cajas rectangulares, con cierta dificultad, las introducían en la casa de campaña, mientras volteaban a vernos con aires intimidatorios.
El camión blanco, sin logos, transportaba decenas de cajas, todas bien selladas, que aparentemente contenían pantallas planas. Hablamos de al menos un centenar de cajas que fueron descargadas a plena luz del día, a vista y paciencia de la gente que a esa hora transitaba sobre la calle 22 que desemboca en la carretera a Mérida. Tanta es la impunidad en Yucatán y en el país en materia de delitos electorales y compra del voto, sin que autoridad electoral alguna se dé por enterada.
La maquinaria priísta está funcionando a todo vapor y parece que no hay quien la pare.
Al menos esa es la impresión que transmitió, en reciente reunión con “líderes de opinión”, el candidato por la alcaldía de Mérida, Víctor Caballero Durán, quien ha venido regularmente citando a reuniones a grupos diversos para convencerlos de que van a ganar gracias a su maquinaria electoral, construida a lo largo del presente sexenio.
De hecho, hace pocos días, el PRI decidió mostrar su músculo territorial y citó en el estadio Carlos Iturralde a 30 mil “promotores del voto”, aunque al final llegaron escasamente 20 mil.
Esos 20 mil tendrán la misión de llevar a las casillas a votar al menos a 10 personas, para asegurar, dicen, el triunfo de los candidatos del PRI.
Eso al menos explicó Caballero Durán, quien sin embargo aceptó que los números no fueron los que se dijeron al inicio. Es decir, no fueron 30 mil sino unos 18 mil, quizá menos, los que acudieron a la cita en el Iturralde.
Además del vídeo de la descarga de cajas en la casa de campaña del PRI en Conkal, en días pasados dimos a conocer otro en el que se sorprendió a personal de Secretaría de la Juventud del gobierno del estado (Sejuve) fotocopiando los listados nominales de votantes, hechos que ocurrieron en el mostrador de la sede de la Sejuve ubicada en la calle 64 en el centro de Mérida.
Sin embargo, hasta ahora, la única respuesta de los titulares del Instituto Nacional Electoral en Yucatán y del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana en Yucatán ha sido declarar que desconocen dicho video, a pesar de que circuló abundantemente en redes sociales.
Al parecer, aislados en sus oficinas, no se enteran de lo que sucede en las calles de Mérida y los otros 105 los municipios, en materia electoral.
Por lo pronto, el PRI Yucatán está echando toda la carne al asador y está aplicando el modelo utilizado en la pasada elección en el Estado de México –la que ganó el tricolor dividiendo a la oposición y movilizando a sus “promotores del voto” cargados de dinero- para imponerse de nuevo.
La única posibilidad evidente para la oposición es una histórica y muy alta votación por encima, inclusive, del tradicionalmente alto porcentaje de participación electoral en Yucatán, que suele ser de los más altos del país.
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