Joana Maldonado
Foto: Alberto Rojas Serrano
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Jueves 13 de junio, 2019
Es necesario un presupuesto estimado de 100 millones de pesos mensuales para enfrentar el problema de sargazo, en coordinación de los tres niveles de gobierno e iniciativa privada, indicó el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.
El pasado 7 de junio el gobierno de Quintana Roo publicó en el Periódico Oficial la declaratoria de emergencia ante el inminente desastre derivado del arribo y descomposición de la talofita en los litorales del estado, con afectación en las costas de los municipios de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Benito Juárez, Puerto Morelos, Cozumel, Solidaridad, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco.
Al respecto, el gobernador indicó que más que declarar emergencia, lo que buscan es tener la opción de responder rápido ante la contingencia y posibilitar el uso inmediato de equipo que permita dar resultados.
“Hemos tenido muchas reuniones, proyectos y planes, todos están ahí, pero hay que ver a largo y mediano plazo, es fundamental, y dar resultados de inmediato”, expresó.
Admitió que no es una tarea sencilla enfrentarse a un problema medioambiental de tal magnitud que ya llegó a mares europeos, es decir, que está saliendo del Caribe, pero insistió en que ante esta contingencia requieren de acciones prontas y para evitar que llegue a las playas.
Indicó que para ello necesitan de labores dentro del mar, por lo que trabajan con la Secretaría de la Marina (Semar) para arrastrar la macroalga y evitar con todas las herramientas necesarias que ésta llegue a los litorales y toque tierra para cambiar su rumbo o bien, pueda ser recolectado.
Estimó que en los próximos meses Quintana Roo requerirá de una suma de fondos municipales, estatales y federales, así como iniciativa privada, unos 100 millones de pesos mensuales para enfrentar la contingencia.
Añadió que dicha cifra es posible para el trabajo inmediato “y no parar hasta tener la infraestructura suficiente” que permita disponer cada año de las herramientas aptas para evitar que la macroalga toque tierra.
Indicó que no pueden medir cuánto presupuesto es requerido en total, porque aún no se presupuesta la necesidad para la obtención de barcos sargaceros, así como lanchas sargaceras, redes y barreras, además de los sistemas de monitoreo y recolección en el mar.