Carlos Águila Arreola
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Miércoles 27 de marzo, 2019

Una empresa de León, Guanajuato, dio a conocer que hace calzado ecológico deportivo, en el que alguno de sus componentes se realiza con base en el sargazo, y cuya intención, en el largo plazo, es instalarse en Quintana Roo para aprovechar la llegada masiva de talofita para la elaboración de su producto.

Invitado por Adrián López Sánchez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex, por su acrónimo), Jorge Castro Ramos, director de la empresa “Renovare”, comentó que en la ciudad leonesa dan conferencias sembrando la semilla en la niñez de que no todo es lucrar.

“Son nueve años ya de cómo comenzó este sueño de hacer un calzado ecológico a través de cuatro, cinco años de prueba y error, logramos la botella de plástico reutilizada mexicana, producto mexicano patentado, y posteriormente, hace seis-ocho meses, en el octavo año, logramos hacer un calzado ecológico orgánico, porque está hecho con sargazo”, señaló.

Explicó que cada tenis tiene 100 gramos del alga marina en la suela, mientras que la parte del corte, que es la parte superior del calzado, lleva cinco botellas de plástico mezcladas; se trata de un producto ya certificado por centros de investigación como el Ciatec (Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas), ubicado en León.

Dijo que no es cualquier institución, pues hace tres años quedó en segundo lugar en el mundo, sólo detrás de una alemana, y aseguró que el producto tiene tres patentes, una mejor que la otra, y que la de la utilización del sargazo ya está en trámite, además de ser un producto único en el mundo.

“Hablamos de 150 personas por producción de los 10 mil, 20 mil pares por mes aproximadamente en la fábrica; entonces, dependiendo de la demanda es como como se va a dar más, pero más o menos de 100 a 150 personas, o empleos, para 20 mil”, puntualizó.

Actualmente el calzado se maquila en León, aunque hay planes de abrir una fábrica en Quintana Roo en no menos de tres años, dependiendo del crecimiento del mercado; mientras tanto, Castro Ramos refirió que la alga ya seca se tritura y se embolsa en costales, y que cuando el calzado se deje de utilizar se puede devolver a la empresa para volverlo a reciclar.

El empresario destacó que hace ocho meses, poco después que comenzó el recale masivo de talofita a las costas de Quintana Roo, diseñaron y manufacturaron el calzado, que aún no está a la venta, sólo se hace promoción para que el intento se vuelva masivo. Cada par de tenis tiene un precio al público de mil 100 pesos.

Citó que fueron cinco años de pruebas, primero reutilizar partes de las botellas de plástico, y después de sargazo, hasta que se concretó el lanzamiento de los zapatos.

“Con el plástico reciclado se pueden fabricar bolsos, mochilas, playeras, leggins y, en general, todo tipo de ropa deportiva. En el caso del sargazo, decidimos usarlo nada más en las suelas de los tenis porque en su composición se hallaron metales pesados, que en su momento podrían ser dañinos para la salud humana.”

Por su parte, el presidente en Cancún de la Coparmex, Adrián López, comentó que ya hay pláticas con el sector hotelero para comercializar el calzado entre los trabajadores de esa industria, y que por cada par vendido, 10 por ciento se entregará para la limpieza de playas o para regalar otro par.


Lo más reciente

Con 258 votos a favor, diputados aprueban reforma a Ley de Amnistía

El pleno inició la discusión de 71 reservas, aunque 22 serán enviadas al Diario de los Debates

La Jornada

Con 258 votos a favor, diputados aprueban reforma a Ley de Amnistía

Acusan en Texas a más de 140 migrantes por intento de ingreso masivo a EU

No se reportaron heridos durante la supuesta entrada del 12 de abril en El Paso

Ap

Acusan en Texas a más de 140 migrantes por intento de ingreso masivo a EU

Vila a la campaña, primera llamada

Editorial

La Jornada Maya

Vila a la campaña, primera llamada

Los ''jueces del mundo'', sin calidad moral

La Resaca 2.0

Normando Medina Castro

Los ''jueces del mundo'', sin calidad moral