La ciudad de Cancún se vistió de gala desde el pasado 5 de diciembre con el arranque del Euroson Latino World Salsa Championship 2022, evento al que además de la salsa se integró la bachata entre los ritmos principales, con participación de bailarines desde los cuatro años hasta adultos profesionales.
Como solistas, en parejas o grupos es como han participado bailarines de todas partes del mundo, quienes también pudieron integrar en sus rutinas el cha cha chá y la kizomba. Será este 10 de diciembre cuando concluya el evento que se desarrolla en el hotel Grand Oasis Cancún, con exhibiciones nacionales e internacionales, workshops impartidos por los bailarines invitados, conciertos de salsa y bachata, social dance y after parties.
La etapa de competencia prácticamente concluyó desde el jueves, ya que se destinó el viernes 9 y el sábado 10 de diciembre a la capacitación de los bailarines y una convivencia especial.
Puerto Rico logró el primer lugar en la categoría team salsa; el guatemalteco Axel Dardón, de 10 años, ganó el primer lugar como solista salsa infantil; en solista salsa femenil profesional el triunfo fue para Yaiza Melero, de España y en solista salsa masculino profesional, Camilo Diago, de Colombia.
Entre los atractivos de este evento resaltó que para los bailes no se permitieron acrobacias, pero sí un máximo de cinco trucos, donde por lo menos un pie o alguna parte del cuerpo de la cintura para abajo debe permanecer en el piso en todo momento al ejecutar el truco.
Mientras que, en relación a los giros, todas las divisiones tuvieron un máximo de ocho barras, 32 beats y cuatro frases de ocho tiempos para giros continuos, que no son contados como trucos.
Edición: Emilio Gómez
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada