Muyil, entre el auge de Tulum y el desarrollo aeroportuario

Al ubicarse entre dos polos de derrama económica: por un lado Tulum (y la Riviera Maya en general) y por otro el corredor comercial del nuevo aeropuerto Felipe Carrillo Puerto (actualmente en construcción), Muyil se convierte en una excelente opción habitacional, de logística y negocios, dado que esta ubicación permite estar dentro de la escena de Tulum sin vivir en Tulum. Sin embargo, es este desarrollo en proceso el que preocupa a los habitantes del lugar, incluso por temas de seguridad, destaca Ariel Gracia, asesor inmobiliario y promotor integral de la comunidad de Muyil, en Quintana Roo. 

El ciudadano señala que mediante oficios a diferentes dependencias y autoridades, incluida la gobernadora Mara Lezama, ha hecho de su conocimiento las preocupaciones sobre esta comunidad, que es entrada a la zona maya y guardiana de un sitio arqueológico que tan sólo en 2022 recibió 45 mil 623 personas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Entre otras cosas, se propone explorar para Muyil y el corredor comercial del nuevo aeropuerto negocios de bajo impacto social y alto valor.

“Con la puerta de entrada aérea que se construye, la estación del Tren Maya y su privilegiada ubicación al centro del estado, Muyil se reafirma como importante zona de transición. Con estos proyectos federales, por estar ubicado a 20 kilómetros de Tulum, y porque el precio de la tierra es y será por un tiempo más mucho más accesible que en Tulum, Muyil tiene el potencial de atraer nuevos pobladores, situación que de no estar prevista y resuelta con anticipación podría ser catastrófica para la reserva de la biósfera de Sian Ka´an, para la comunidad y la vida social”, indica Ariel Gracia. 

Actualmente existe en la zona un proyecto llamado Ciudad Muyil, aledaño al poblado ya existente y cuyo objetivo es convertirse en un segundo centro urbano, para el cual se empezaron a emitir títulos de propiedad desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque el proyecto no cuenta con Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); es necesario -precisa el entrevistado- que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informe sobre la situación de ese proyecto inmobiliario, promovido desde el año 2010 por el ejido Chunyaxché y Anexos, que en su Documento Técnico Unificado (DTU) para obtener la MIA solicitó el cambio de uso de suelo forestal.

La comunidad de Chunyaxché, mejor conocida como Muyil, por su zona arqueológica, está ubicada en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, sobre la carretera federal 307, a la altura del kilómetro 200; se sitúa muy cerca del límite entre los municipios de Carrillo Puerto y Tulum. De acuerdo con el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), está poblada por 328 personas, la mayoría de origen maya. La economía es primaria y de autoconsumo. Cabe destacar que muchos habitantes de la zona maya, sobre todo los más jóvenes, trabajan en la hotelería de la Riviera Maya, y otros más en la industria de la construcción.

El principal temor es que Muyil repita los escenarios de los centros urbanos del norte del estado, en donde en algunas zonas por mucho tiempo se careció, o se carece, de los servicios urbanos básicos, con el debido costo que esto implica para el medio ambiente y la imagen urbana, y que con la nueva dinámica de comunicación entre el aeropuerto y la ciudad de Tulum, Muyil termine siendo como una zona de transición, sin servicios, con vivienda precaria y en donde se multipliquen las actividades ilícitas y comercios de alto impacto social, deteriorando con esto la vida social de la comunidad.

Con todo esto existen dos posibilidades para Muyil: ser el último destino de la Riviera Maya o la digna puerta de entrada al Maya Ka´an, una oferta turística de bajo impacto que busca ser una alternativa a los grandes resorts de la zona norte. De hecho, en la zona los mismos pobladores se han organizado en proyectos de turismo comunitario que ofrecen tours para conocer la belleza cultural y biológica de este poblado y otros del municipio de Felipe Carrillo Puerto.

“Como último destino de la Riviera Maya, Muyil se convierte en una extensión de la ciudad de Tulum. Como puerta de entrada al Maya Ka´an y a la reserva de la biósfera de Sian Ka´an, Muyil podría consolidarse como corredor ecoturístico junto con el resto de sitios que conforman el Maya Ka´an: Punta Allen, Punta Herrero, Felipe Carrillo Puerto, Señor, Tihosuco, Noh-Bec, Kantemó y Chunhuhub”, señala el entrevistado.

Una posición vulnerable

Hay otros detalles que generan preocupación de darse un incorrecto posicionamiento de Muyil, como que se ponga a la zona maya en riesgo de la transculturización y pérdida de su identidad. “La experiencia dice que las zonas de transición pueden llegar a presentar desafíos complejos, sobre todo en materia de urbanización, ordenamiento y seguridad”, manifiesta Ariel Gracia, quien sugiere a las autoridades definir la vocación de Muyil como turística, ambiental y cultural. 

El poblado y la zona en general sufren la ausencia de un Programa Municipal de Ordenamiento Territorial, Ecológico y Desarrollo Urbano Sustentable del Municipio (PMOTEDUS) de Felipe Carrillo Puerto (al que pertenece Muyil), pues el más reciente, publicado en 2021, fue desconocido por la Semarnat y recientemente invalidado parcialmente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En este documento se indica que Muyil pertenece a la unidad de manejo denominada Lagunas y Llanos Orientales, en la cual deben conservarse los valores ambientales, culturales y sociales que dan identidad a la cultura maya y sus selvas y paisajes.

“El pueblo de Muyil actualmente no cuenta con servicios urbanos, todas las casas habitación están conectadas a pozos de agua y sus aguas negras a fosas sépticas, en el mejor de los casos a biodigestores. Las primeras manzanas cuentan con arroyos vehiculares pavimentados y postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las viviendas más adentradas utilizan cables a la intemperie para acceder a la red CFE. En Muyil no hay un deportivo y tampoco hay una plaza pública, no hay una iglesia y tampoco alguna oficina de representación gubernamental o de seguridad pública”, narra el asesor inmobiliario y promotor integral de la comunidad de Muyil. 

En Muyil -menciona- tampoco hay un servicio o sistema de recolección de basura ni residuos, la mayoría de los habitantes incineran sus desechos o los abandonan en las calles y predios vacíos, algunos otros los llevan a Tulum a basureros o recicladoras. “Tampoco hay vigilancia ni seguridad pública, si bien es una comunidad hasta ahora muy tranquila en sus calles, el robo y saqueo a viviendas sin violencia (cuando estas se quedan solas) es constante, porque en Muyil, como en casi toda la zona maya, hay mucha necesidad económica”.

Las propuestas para la zona

Algunas de las propuestas hechas por Ariel Gracia en sus misivas a las autoridades civiles y militares consisten en consolidar el Corredor Ecoturístico Ambiental Muyil, de acuerdo con el PMOTEDUS de 2021 y que, independientemente de que se autorice la MIA para el proyecto Ciudad Muyil, se convoque a la creación de un nuevo modelo de desarrollo urbano para Muyil, que sirva de referencia para el crecimiento de otros futuros centros urbanos en México. 

Se trata -indica- de proyectar a Muyil como una ciudad verde, inteligente y sustentable, donde el peatón, el medio ambiente y el paisaje natural sean prioridad, el sistema de transporte público sea eléctrico, se incentive el uso de la bicicleta y las ciclovías como medio de transporte.  

Asimismo, invita a que se convoque al uso de nuevas técnicas y tecnologías en el tratamiento de desechos, aguas residuales y generación de energía, administrar el espacio público de nuevas maneras, “donde no haya cables colgando por todos lados”, que se convoque a generar nuevas políticas públicas que incentiven a los futuros y actuales habitantes de Muyil a replantear sus hábitos y prácticas de vida. 

Solicita hacer un llamado a profesionistas en ecología, urbanismo, arquitectura, paisajismo, desarrollo social y actores de la sociedad y los tres niveles de gobierno a trabajar en un nuevo modelo urbano para las futuras ciudades de Quintana Roo. Para detonar a la bicicleta como medio de transporte, se propone la proyección y construcción de las siguientes ciclovías: tramo Muyil (que recorra el trazo urbano de Muyil y Ciudad Muyil), tramo Muyil-Aeropuerto (posiblemente sobre el derecho de vía de la carretera federal 307, que conecte el centro de Muyil con la ciclovía del corredor comercial del nuevo aeropuerto), tramo Muyil-Chumpón (como parte de la consolidación y ampliación de la oferta del proyecto turístico Maya Ka´an, con una extensión de 27 kilómetros) y el Tulum-Muyil (iría entre ambas poblaciones, aproximadamente 25 kilómetros).

Todo ello, considera, “para contribuir a la justicia social con la que debe venir acompañado el progreso, y para que ésta se refleje en la calidad de vida de las personas sin llegar a ser a la vez un riesgo para la preservación de la cultura maya y del patrimonio natural. Queremos que se impida en el sur del estado la repetición del modelo urbano ya anacrónico y fracasado del norte del estado, que además de fomentar grandes islas de calor, entre otros errores contempla aceras peatonales de 90 centímetros y grandes arroyos vehiculares que terminan inutilizando el espacio público por hacerla de estacionamientos”.

Igualmente, propone la instauración de una sucursal del proyecto Fábrica de Artes y Oficios (Faro) en Chumpón, población de la zona maya de Felipe Carrillo Puerto, que sería una manera de asegurar la transmisión del conocimiento ancestral de las comunidades mayas a los jóvenes e incluso a turistas interesados en aprender. El programa Faro cuenta con instalaciones en diferentes puntos del país, una de ellas en Cancún.

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Edición: Mirna Abreu