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Ana Ramírez / Miguel Améndola
19/06/2024 | Cancún / Tulum
La designación de categorías para los fenómenos hidrometeorológicos ha tenido que cambiar ante la falta de una nomenclatura para los que están apenas desarrollándose pero cuyos vientos son fuertes, aunque sin alcanzar la categoría de depresión tropical; fue así que surgió el término “potencial ciclón tropical”, señaló Rubén Borau García, coordinador de asesores de la Asociación de Profesionales en Protección Civil de la República Mexicana (Aprocrem).
“Lo que pasa es que se dieron cuenta que nos hacía falta una nomenclatura para una potencialidad de nacimiento de ciclones. Antes que nada quiero aclarar que el término ciclones es el que se utiliza a nivel internacional, ciclón significa algo giratorio”, explicó. “Aquí nosotros en nuestra región le llamamos huracanes, pero en la zona de Asia se les conocen como monzones”, especificó.
Comportamientos atípicos o erráticos de los fenómenos climáticos y cambios en su duración o intensidad irán haciendo necesario con el paso del tiempo realizar ajustes en la forma de medirlos, predecirlos y prevenir sus efectos, de acuerdo con los meteorólogos consultados. Por lo pronto, este 2024 se espera una temporada muy activa en el Atlántico y Golfo de México, de acuerdo con la proyección del Servicio Meteorológico Nacional. La temporada de huracanes inició el 1 de junio y concluirá el 30 de noviembre.
Fotos: Facebook Mara Lezama
Las diferentes fases de un disturbio climático
Todo fenómeno inicia como una onda tropical, que es la que viene por todo el Atlántico, desde África. Esta formación entra a la zona del Caribe o se va para el norte; de ahí pasa a potencial ciclón tropical, que se diferencían por números (el recién formado Alberto fue el número uno de esta temporada), ya aquí trae una onda térmica muy fuerte y vientos más elevados.
Si sigue aumentando la fuerza de sus vientos y alcanza los 43 kilómetros por hora (km/h) ya es depresión tropical, ese es el siguiente término. Si sobrepasa los 66 km/h es tormenta tropical y aquí ya se le asigna un nombre de una lista previamente designada, que se repite cada seis años.
Para que ya sea considerado huracán tiene que alcanzar velocidades superiores a los 110 km/h para la categoría 1; de ahí por velocidad de viento si rebasa los 154 km/h entra a categoría 2; después de 178 km/h es categoría 3; desde 209 km/h categoría 4 y hasta que supere los 252 km/h es categoría 5.
Etapas de un ciclón
Shalon Rojas, encargada del departamento de Meteorología de la Dirección de Protección Civil de Tulum, agregó que todos los anteriores son ciclones tropicales, donde la etapa de menor intensidad es la de depresión tropical; allí el nivel de peligro suele ser bajo, mientras que las categorías 4 y 5 de huracán tienden a ser catastróficas.
Detalló que las etapas de un ciclón tropical se dividen en tres, de menor a mayor intensidad: depresión tropical, tormenta tropical y huracán. Insistió en que cualquier ciclón tropical tiene el potencial de generar daños, independiente de la intensidad de sus vientos.
“Una tormenta tropical que se estacione frente a nuestras costas varios días puede generar inundaciones y desastres a causa de las incesantes precipitaciones y vientos fuertes, mientras que un huracán de categoría mayor (3, 4 o 5) puede pasar en cuestión de horas rápidamente por algún lugar, y si no tiene nada a su paso que lo detenga, las afectaciones podrían ser menores”, dijo la especialista.
Fenómeno del giro centroamericano
Luis Antonio Morales Ocaña, meteorólogo adscrito a la Secretaría de Protección Civil, Prevención de Riesgos y Bomberos de Solidaridad, explicó el fenómeno del “giro centroamericano”, el cual se daba precisamente en Centroamérica, pero no llegaba a la península de Yucatán y sin embargo ahora sí lo hizo.
Los meteorólogos se dieron cuenta de su presencia por esta circulación ciclónica (ahora nombrada tormenta tropical Alberto) que abarcó toda la península. Debido al exceso de calor que había sobre la península de Yucatán comenzó a haber un giro en los niveles medios y altos de la atmósfera, un giro ciclónico en el sentido contrario a las manecillas del reloj y eso se manifestó con la abundante humedad, pero también esto fue provocado por el ascenso de la zona muy cálida del océano Pacífico que se llama vaguada monzónica, una zona donde se desarrollan las tormentas muy fuertes.
“Yo nunca había visto que esa vaguada monzónica subiera prácticamente hasta el sur de la península de Yucatán, en tierra, y se formó ese giro que como la palabra lo indica sólo se daba sobre los países de Centroamérica. Abarcaba desde Panamá, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Honduras y nada más, de ahí se iba hacia el océano Pacífico, pero esta vez subió tanto y con las altas temperaturas que habían se gestó ese fenómeno… son fenómenos muy extraños, atípicos”, destacó Morales Ocaña.
Fotos: Facebook Mara Lezama
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Edición: Fernando Sierra