Eduardo Lliteras Sentíes
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 27 de noviembre, 2017
La semana antepasada tuvo lugar el homicidio de Hermilda Vega Arangua, de 71 años de edad, en Cholul, el cual evidencia la inseguridad en dicha comisaría que se viene arrastrando desde hace años, con constantes robos a casa habitación, bandas de pandilleros en las calles y ladrones que inclusive de día asaltan a personas. A esto se suma la falta de atención policíaca, ya que escasamente la comisaría cuenta con una patrulla para los miles de habitantes y nuevos asentamientos que la pueblan.
De acuerdo con autoridades ministeriales el cuerpo de la mujer fue descubierto el viernes pasado, tras ser degollada, apuntó el dictamen del médico forense.
Todo indica que se trató de un robo a casa habitación, ubicada a una cuadra de la gasolinería inaugurada recientemente en la vieja carretera que conecta con el periférico.
El predio está rodeado de monte y en las cercanías se encuentra una senda que conduce a las torres de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Dicha área proporciona una salida natural, sin cámaras o vigilancia de algún tipo para los criminales que perpetraron el asesinato.
Fueron los hijos de la señora Hermilda Vega, quienes la encontraron muerta en su cuarto, tras intentar comunicarse con ella vía telefónica. Luego de la denuncia llegaron los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes acordonaron la zona y procedieron al levantamiento de pruebas para investigar el caso.
Aparentemente nadie escuchó, ni vio nada. Los vecinos, no se percataron del crimen hasta la llegada de los hijos y posterior denuncia.
Es la tragedia de una mujer que vino buscando la paz y la tranquilidad tan publicitada de Yucatán, huyendo de la violencia del norte del país. Sin embargo, halló la muerte en su propia casa.
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