La Jornada Maya
Foto: Reuters
Mérida, Yucatán
Martes 18 de julio, 2017
Las llamadas polvaredas, tormentas de arena y otros componentes, originadas en el desierto del Sahara, ocasionan que una considerable cantidad de polvo y sustancias viajen a lo largo de 7,500 kilómetros desde el continente africano, hasta llegar a tierras yucatecas.
Este fenómeno no es algo fuera de lo común, pues cada año se registra en la región. Su intensidad puede variar según la frecuencia de los vientos del este; vehículo a través del cual cruzan el océano atlántico.
Este año, el polvo del Sahara ha llegado en bajas cantidades a la península, y diversos sitios dedicados a los pronósticos meteorológicos indican que los efectos podrían manifestarse en las próximas horas.
[b]Consecuencias en ambiente y salud[/b]
Entre las consecuencias que traerá el fenómeno figuran algunos prejuicios a la salud, como el aumento de enfermedades respiratorias, asma, alergias, así como padecimientos cardiovasculares, por lo que se recomienda tomar precauciones al respecto, pero no son motivo de alarma.
De igual forma, el contenido de dicho polvo, como el hierro, sal, y otros minerales, acompañados de hongos y bacterias, podrían favorecer la formación de mareas rojas en las costas peninsulares.
Por otro lado, la combinación del polvo con los rayos solares, ofrecerá a la población yucateca un espectáculo de tonos naranjas y rojos en el horizonte, durante la salida y puesta del sol en los próximos días.
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