Políticos maquillan crisis del Estado en DH

Paul Antoine Matos
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Miércoles 22 de marzo, 2017

En Yucatán, las principales situaciones que afectan a la entidad son la tortura extrajudicial, la violencia de género intrafamiliar, la falta de oportunidades y el despojo de tierras que viven los pueblos mayas, según expresaron los organizadores de las Jornadas de Derechos Humanos en un foro organizado por [i]La Jornada Maya[/i] en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2017.

Valentina Rosado Estrada, René Ramírez Benítez y Monserrat Cámara expresaron su visión acerca de los jóvenes y los derechos humanos. En el marco de la Filey, los tres coincidieron que en un país, con graves violaciones a los derechos humanos como México, la ciudadanía tiene que salir de la apatía vía la educación y la participación.

Rosado Estrada, quien realizó una pasantía en las oficinas de Washington de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), manifestó que el 40 por ciento de las denuncias a tal organismo proceden de México, las cuales apuntalan a actos de violencia contra las mujeres y pueblos indígenas, desapariciones forzadas, atentados contra la libertad de expresión y tortura extrajudicial, principalmente. “Cuando estuve en la CIDH me di cuenta del grado de violaciones a DH que se cometen y la gente no tiene la menor idea”, declaró.

Por su parte, René Ramírez expresó que en 2001 las principales preocupaciones eran las mismas que las de hoy. “Hay una omisión directa y culposa del Estado en no atender las cuestiones graves en las violaciones de derechos”. Aseguró que se usan como “una propaganda por parte de la clase política para cumplir con las obligaciones a nivel internacional, pero como algo superficial y maquillando la crisis que vive el Estado mexicano”.
Impunidad y apatía

Expresó que el punto clave en las violaciones de los derechos humanos es la impunidad, porque en el país sólo se denuncian siete de cada cien delitos que se cometen y, de esos siete, apenas el uno por ciento es castigado o llevado a las instituciones de procuración de justicia.

Afirmó que México es el lugar 58 de 59 países evaluados con mayor número de impunidad, situación que “nos coloca como un completo desastre en impartición y procuración de justicia”. Sumadas las cuestiones, “el Estado mexicano se compara con Estados fallidos de Medio Oriente”.

Ante la situación, Rosado Estrada señaló que “hay una apatía sistematizada” que provoca que las personas estén en contra del sistema. “Nuestra generación es apática hacia la política, si no hay gente dentro que ayude a que el sistema comience a evolucionar, eso no pasará. Quejarse no es la solución, alzar la voz sí, pero no sólo eso, sino inmiscuirse. En los jóvenes recae esta responsabilidad”.

“Creo en las organizaciones de la sociedad civil. Si el gobierno no me funciona, si no me siento protegido, entonces lo que voy a hacer es educarme qué son y cómo son violados los DH, y cuál es el proceso”, expresó.

En segundo lugar, continuó, la acción es aportar a la educación y promoción de los derechos humanos entre la gente. “Es necesario que los agentes de la Fiscalía y los ministeriales, el Poder Judicial, el Legislativo y Ejecutivo, tengan la capacitación correcta para la aplicación de las convenciones de las que México es parte”.

Monse Cámara afirmó que los jóvenes, y la comunidad en su conjunto, deben tomar un papel importante al reclamar que los derechos humanos no sean violados, a través de la generación de garantías que refuercen el marco jurídico día a día.

“La indiferencia de los jóvenes no puede seguir sólo porque hay un grupo con el que no compartes la opinión. Se necesita encontrar un medio donde sentirse cómodo y que no ocurre durante las campañas electorales, sino una continua preocupación por promover acciones en tu comunidad”, declaró.

Enfatizó en que “las acciones cotidianas tienen un impacto en el entorno más cercano”. En el caso de los jóvenes, las redes sociales son un arma más para denunciar las situaciones que ocurren y comunicarse.

René Ramírez apuntó que “si vemos que otro grupo de seres humanos, la clase política y las instituciones no les dan los derechos que se merecen, organicémonos con esa causa. Exijamos a la clase que toma decisiones que formulen soluciones”.

Consideró que compartir a través de las redes sociales también “es aportar a la visibilización que el Estado no quiere. Desde el ciudadano de a pie, una de las grandes cosas que puede hacer es señalizar y subir la barra de medición, tratar que desde el punto de vista de la crítica, para que la clase política sea obligada a solucionar”.

Señaló que la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 marcó la generación actual y el pensamiento juvenil, como ocurrió en 1968 con la Matanza de Tlatelolco y en 1971 con el Halconazo.

“Nos tocó Ayotzinapa que sacó a relucir lo que ocurría en este país. No puede ser que se ignore lo que sucedió. Eso es el epicentro de 26 mil desaparecidos de una guerra contra el Narco sin pies, ni cabeza”, declaró.

[b]Mujeres[/b]

Valentina Rosado declaró que un efecto de la impunidad es la violencia hacia las mujeres, porque denuncian las agresiones, pero las retiran, debido a que perdonan al culpable.

“Si hablamos de un sistema que no funciona para una mujer que vive en este país una situación de desigualdad enorme es debido a la forma en cómo atienden los Ministerios Público tales casos, ya que revictimiza a la mujer que quiere denunciar un abuso. Se viola de forma reiterada, incluso parece intencionado”, acusó.

Monse Cámara lamentó la falta de investigaciones con perspectiva de género, como ocurrió en Ciudad Juárez con los feminicidios, en los que la CIDH recomendó al Estado mexicano que se requiere capacitación de las autoridades y concientización de la población.

“No sólo es que el Estado tenga la culpa, sino que la población no sabe cuándo se da una violación. Entonces todo es una cadena, en la cual si la investigación no está bien, el procesamiento de la persona no será correcto y no se dará una sanción”, manifestó.

“Las mujeres y la violencia, según la Encuesta Nacional en la Dinámica de las Relaciones en los Hogares en 2011, manifiesta que el 28 por ciento de las mujeres de 15 años o más habían sufrido violencia de algún tipo, física, sexual, sicológica, familiar o económica. Es una constante en la que se decía que la violencia de la pareja la sufría casi el 50 por ciento de las mujeres en Yucatán, entidad en séptimo lugar nacional de violencia doméstica contra la mujer”, expresó.