Familia lamenta la pérdida de sus 17 gatos en Mérida

La familia más afectada por el envenenamiento masivo de mascotas que ocurrió en la colonia Jesús Carranza lamenta la pérdida de 17 de sus gatitos, además de un desagradable olor que aún se despide sobre el techo de su hogar, lo que les hace sospechar que más animales sufrieron las consecuencias y se quedaron allí atrapados.

Viridiana González cuenta que todas las mañanas su papá se levanta desde muy temprano, a las 7:30 horas de la mañana, para irse a trabajar, pero el miércoles tuvo un ambiente muy triste, pues al salir se encontró con los cuerpos de los felinos envenenados.

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Entonces, salieron a la calle a revisar y encontraron que sus gatos no fueron los únicos afectados, sino que en la calle también había cuerpos y en la casa de al lado, donde vive su tía, encontraron tres más.

Ese día encontraron 30 gatos muertos.

Pero siguieron apareciendo con el paso de los días hasta sumar 35 y, además, algunas zarigüeyas que también consumieron el veneno que la enfermera y presunta culpable, M.A.P.G., puso desde las 6:15 horas de esa misma mañana, como se aprecia en el video de las cámaras de seguridad de otra vecina.

Si han encontrado más cuerpos, cuenta la afectada, ha sido porque el olor que desprenden los cuerpos les guía para hacerlo; hoy en día la casa de sus papás aún se percibe un olor a putrefacción y suponen que hay más animales muertos en el techo, pero como su papá y mamá son de la tercera edad, no pueden subirse a revisar.

Viridiana González dice que el veneno fue puesto directamente en su domicilio y en la casa de al lado, que funge como consultorio, pero les autorizaron alimentar allí a los gatitos de la calle y los animalitos ya estaban acostumbrados a comer en cualquiera de esos lugares.

“Ellos se confiaron de que esa señora los iba a alimentar”, lamentó, pues señala que les dieron el veneno con atún, un comestible que le resulta muy atractivo a los gatos, y alerta que el tóxico puesto fue tan fuerte que en menos de una hora ya estaban muriendo.

Manifestó sentirse indignada, al igual que todos los vecinos, porque la acción fue ejecutada “con saña”, aunque los gatitos no llegaban hasta el domicilio de la presunta responsable del delito y eran parte de sus hogares.

17 de los gatos vivían en casa de su mamá, pero señala que muchos otros también eran alimentados por ella, más los que eran de los demás vecinos; entre los fallecidos, había dos gatitas embarazadas y algunos bebés. “Murieron de todos”.

Ahora comparte que en la Jesús Carranza ya no se ven más que uno o dos gatos que lograron salvarse.

Y considera que incluso llevarse todos los cuerpos habría sido un problema si los policías no hubieran llamado al ayuntamiento para que los levantara; quien los asesinó no midió las consecuencias de sus actos.

Derivado de los hechos, narra que el viernes cuando los elementos de la Policía Estatal Investigadora (PEI) llegaron, M.A.P.G. mandó a su abogado para pedirles que llegaran a algún acuerdo económico porque confesó a un oficial que su clienta reconoce que estuvo mal.

Actualmente se encuentran a la espera de la información que les proverán como resultado de las cinco denuncias interpuestas en la Fiscalía, sin embargo, les dieron un estimado de una semana para darles noticias sobre la investigación.

Por toda la situación, pide justicia, pero no solamente ella, sino todas las personas afectadas y también activistas en favor de los animales que el día de ayer se manifestaron en contra de los hechos ocurridos, protestando para que la enfermera -y presunta culpable- sea destituida de su cargo y encarcelada; además, avisan sobre siguientes manifestaciones, este martes convocan a la Fiscalía ubicada en la Fidel Velázquez a las 10:30 horas.

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Edición: Estefanía Cardeña