Vestigios arqueológicos de un cuartel militar y de la capilla de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción están recuperando su esplendor, mediante un proyecto de restauración y conservación dirigido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dentro del programa de obras de mejoramiento urbano en el centro de la localidad a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Los restos del cuartel o destacamento militar descubiertos en julio de 2021, mediante un proyecto de rescate arqueológico, han sido restaurados por especialistas del INAH en la población de Pisté (Tinum), y se confirmó que dichas construcciones fueron usadas durante la Guerra Social Maya o Guerra de Castas.
Los trabajos arqueológicos dirigidos por los investigadores de la Sección de Arqueología del Centro INAH Yucatán, José Francisco Osorio León y Francisco Pérez Ruiz, arrojaron un minucioso registro de un conjunto de cimientos: los primeros del siglo XVIII consistentes en la nave y contrafuertes del desaparecido templo de la comunidad y los segundos consistentes a la edificación militar, que aunque no fue una construcción de grandes dimensiones, tiene una gran importancia histórica, por ser punto neurálgico del control militar en la zona en el siglo XIX y principios del XX.
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Mediante la consolidación de los cimientos, hoy los restos del destacamento militar, levantado dentro del atrio del templo primigenio, durante la Guerra Social Maya, librada entre 1847 y 1901, han quedado expuestos como referente de dicho proceso histórico en la plaza de Pisté, y podrán ser conocidos por los visitantes.
La capilla de la localidad también está siendo restaurada bajo la dirección del INAH, recuperando su aspecto original y con las técnicas constructivas originales, de la época de su construcción.
La importancia histórica del conjunto religioso es notable, innumerables crónicas han sido mencionadas desde los primeros exploradores de Chichén Itzá, que encontraron refugio en aquellos muros de cantera de piedra, en donde yacían algunas piedras labradas que pertenecieron a basamentos prehispánicos de la localidad.
Los exploradores extranjeros que visitaron Chichén Itzá, entre ellos el francés Claude Désiré Charnay y los británicos Augustus Le Plongeon y Alfred Maudslay, registraron en sus anotaciones, el edificio religioso y el entorno de la localidad.
Gracias a los trabajos de consolidación y restauración, se permite observar la capilla, con el aspecto que debió haber tenido durante su bendición por el entonces arzobispo de Yucatán, Martín Tritschler y Córdova, el 12 de marzo de 1908.
Por su parte, el director del Centro INAH Yucatán, Eduardo López Calzada, concluye que el proyecto de infraestructura urbana en la localidad de Pisté es de gran importancia, puesto que ha combinado un equipo interdisciplinario en el que participan no solo arqueólogos, antropólogos, arquitectos y restauradores del INAH, sino trabajadores de la propia comunidad, lo que ha permitido que este patrimonio edificado continúe presente como punto neurálgico en cuyo entorno se desarrollan las actividades civiles y religiosas de la población.
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