Una relación abierta, otra forma de amar y mirarse mutuamente sin culpas

Hace más de 20 años, en una colonia de Mérida, una mujer de nombre Marcela se enamoró de un joven, a quien llamaremos Ricardo. Según relataron a sus nietas, una noche que se fue la luz en su casa; fue amor a primera vista, cuando él la vio quedó impregnado en sus ojos de color miel, y ella se enamoró del aroma que emanaba de su cuello. Se conocieron en el vecindario. Duraron un par de años de novios. Se casaron en la iglesia, contaron.

“¿Nunca te gustó otra persona además del abuelo?”, preguntó una de sus nietas con genuino interés. 

“No”, respondió sin dudarlo, pero se quedó pensando unos minutos, como si estuviera recordando algo, algún momento o a una persona en especial. Luego de unos días, Marcela se acercó de manera sigilosa a su nieta, quien estaba en la cocina, y le susurró al odio: “Sí, me gustaron varios hombres, pero es pecado”. 

Cada día más personas aprenden a vincularse con otras personas, vínculos no monógamos, alejándose del “amor romántico” y la idealización de la pareja, que nos enseñan nuestra madre y padre, impuesto por una sociedad violenta. 

Frases como encontrar a tu “media naranja” o “felices para toda la vida” son un discurso obsoleto, para algunas personas. Aprender a ver que la persona con la que estoy no me pertenece. 

Confianza, honestidad, acuerdos o principios básicos que se necesitan para que una relación abierta y poliamorosa pueda ser sana y llevadera, comenta una pareja a La Jornada Maya, quienes pidieron ser identificades como Laura y Carlos. Llevan más de un año con este tipo de relación. 

Ha sido complicado, reconocen Laura y Carlos, pero a la larga les ha dejado un alivio en su alma, se sienten más libres, con una mejor salud mental; abiertes a experimentar nuevas formas de amar, de quererse y mirarse mutuamente sin culpas ni ataduras. 

¿Por qué decidieron empezar este tipo de relación? 

Laura: Empecé a leer información, me llamó la atención pensar en estar solo con una pareja durante mucho tiempo, que no tiene que ser así, no es parte de nuestra naturaleza. 

En algún punto de mi vida, pensaba: Voy a estar con una sola persona toda mi vida, y si quiero estar pero también me siento atraída con otras personas, ¿estoy mal? ¿Estoy cometiendo algún error? ¿Esto es grave? 

Entonces, luego de mucho reflexionar, le propuso a su pareja probar una relación abierta, dejar de ser exclusives; después de pensarlo, él aceptó. No ha sido fácil, pero siguen aprendiendo con el paso del tiempo. 

¿Qué significa estar en una relación abierta? 

Carlos: Significa tener la apertura para que tu pareja o tú puedan ver a otras personas, los acuerdos son varios, que han ido cambiando, algunos son que nuestra relación es prioritaria. 

Es la principal para ambos, y aunque podamos conocer otras personas, ésta es la prioridad. 

Laura: Es algo nuevo, sigue siendo, no es como que estemos estamos buscando a alguien todo el tiempo o en aplicaciones de citas, si bien tengo un vínculo adicional, es uno que inició con una amistad, donde sí hay atracción física y sexual. Me estoy conociendo a través de esto. 

¿Cuáles son las principales complicaciones de una relación abierta –si es que las hay– y por qué?

 Ambas personas coinciden que los celos y la inseguridad son algunas de ellas. Para Laura no ha sido fácil salir de su zona de confort, a lo que ambos estuvieron acostumbrados, a lo que te enseñaron; lo que la sociedad nos dice de cómo debe ser una relación. 

“Me sentí insegura, sobre todo cuando mi pareja me dijo que se estaba viendo con alguien más… sentía celos y es algo que probablemente siga durante mucho tiempo”, comenta.

La pareja comenta que la clave fundamental es mantener una constante comunicación, llegar acuerdos y mantener el diálogo; decir cómo se sienten con la relación y si algo les incomoda, expresarlo. 

“A veces no queremos hablar del tema, pero es necesario para saber cómo nos sentimos y llegar a acuerdos”, expresa Laura. 

También, precisan, es necesario ser honestos, si en algún momento sienten que están formando otro tipo de vínculo más profundo con otra persona, o hay algún tipo de enamoramiento, hay que decirlo igual. 

“Puede doler, pero debe ser algo que tenga que respetar, entender que mi pareja no es mía, aparte hay que deconstruir esa idea de vincularte románticamente de la forma como se ha patentado: encontrar tu media naranja… es absurdo”, comenta Carlos. 

¿Cuáles son los principales beneficios? 

Laura: Conocer, investigar, el saber, informarme sobre otras formas de vincularnos con las personas que no sea de forma monógama me parece maravilloso, siento que al estar en una relación abierta me he deconstruido, dejar a un lado el amor romántico, idealizar a una sola persona. Ser exclusivos. La infidelidad. 

Dejan de pensar: Estoy enamorada de mi pareja, pero si me siento atraída a otras entonces ya estoy mal. El hecho de pensar que hay una oportunidad, no es que no te ame, sino que hay otra persona y me gustaría conocerla, comenta.

Creo que termina siendo algo benéfico para mi salud mental, estabilidad emocional, si bien hay retos e inseguridades, al final del día las gratificaciones y las experiencias son más fuertes. 

Carlos: Conocer otras personas y afianzar tus vínculos con tu pareja. Sientes ese amor por estar con tu pareja principal… lo que ha reforzado la relación. 

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Edición: Estefanía Cardeña