Angie y Sharon encontraron en el patinaje no sólo una forma de aprender a superar los miedos, las caídas y obstáculos, sino que crearon una comunidad de mujeres: un espacio seguro para que otras más también superen sus miedos a través de este deporte.
Además de una alternativa para moverse, andar sobre ruedas les sirve como terapia, pero sobre todo las hace sentir felices y libres. Mientras se desplazan por las calles, el aire les roza los rostros y celebran cuando hacen alguna acrobacia.
“Felicidad, no encuentro otra palabra, yo amo ponerme los patines. El disfrute que me trae esta actividad no se compara con nada”, señala Angie. “Siento adrenalina, es desestresante, y si lo amas te apasionas… sacas toda la mierda que tienes”, agrega Sharon.
Angie Uicab Jimenez y Sharon Torres Talavera se conocieron patinando hace cerca de 10 años, y actualmente comparten sus conocimientos a mujeres y a las infancias en parques públicos de la ciudad.
Enseñan no desde un enfoque competitivo, sino a través de la confianza y la motivación. Ambas chicas transmiten sus experiencias con paciencia y precisión a mujeres que apenas inician. Las impulsan para confiar en ellas mismas, a no tener miedo a caerse, y si esto pasa les muestran cómo afrontar las caídas, evitarlas y cómo levantarse.
Las patinadoras indicaron a La Jornada Maya que todo empezó hace unos 10 años, cuando empezaron a practicar roller derby, un deporte de contacto, velocidad y estrategia, que se juega con patines, exclusivo de mujeres, ahí se empezaban a cimentar los primeros pasos de esta comunidad patinadora.
Sin embargo, por la pandemia del Covid-19, al ser una actividad de mucho acercamiento físico, tuvieron que suspender las prácticas que, de hecho no han retomado, pero encontraron en los skateparks otra forma de canalizar sus esfuerzos.
Conforme fueron yendo a estos sitios, más mujeres se fueron sumando y han ido ganando terreno; aunque al inicio fue difícil.
“Al principio fue complicado pues eran espacios que se acostumbran a ser sólo de hombres sin embargo poco a poco empezamos a adentrarnos”; confiesa Angie. También las deportistas indican que antes tenían que ir solas o en parejas para patinar en los parques, ya sea en las mañanas, o cuándo no había gente; o bien, batallar para que los hombres las dejaran patinar.
“No respetan, no tiene un respeto de las personas que están ahí, a los niños, niñas, mujeres, pero siendo más mujeres ha habido una diferencia y hemos ganado más espacios”, expresa Sharon.
¿Cómo les ha ayudado el patinar? Patinar no solo es una alternativa de movilidad sustentable, amigable con el medio ambiente, sino que es una forma de hacer ejercito, enfrentar las crisis; además los patines les brindan el comienzo para hacer cosas que jamás pensaron hacer.
Para Uicab Jiménez, esta actividad le ha ayudado en la solución de problemas, manejo de la frustración, incluso a enfrentar y superar sus miedos más profundos. “Soy una persona que le teme a las alturas, y el meterme al skatepark me ha ayudado a enfrentar éste y muchos miedos…el patinaje realmente tiene lugar para cualquier persona”, comentó.
Sharon coincide; gracias a este deporte ha podido romper miedos, confiar más en ella misma y hacer lo que nunca había pensando. “Sé que puedo, pero muchas veces mi cuerpo no me lo permite, y de eso se trata, de tener un proceso, trabajar interno contigo misma, ponerte los patines, ser más rápida, no caerte, perseverar, que el miedo no me venza”, expresa.
Crear comunidad
Por medio del patinaje las chicas han creado una comunicad muy fuerte, solidaria y sorora, de acompañamiento y soporte emocional. “Lo que más les gusta a las mujeres es patinar juntas, para ir rompiendo miedos y les digamos tú puedes; así animas e impulsas a más mujeres”; expresó Torres Talavera
El roller derby, recuerda Angie Uicab, fue el primer espacio donde experimentó una comunidad y armonía entre mujeres, lo que le ayudó para derribar ese prejuicio impuesto por la sociedad de que “las mujeres no se apoyan entre sí”. Comprobó que era una construcción falsa.
Ahora, con el paso de los años, hay más mujeres interesadas en patinar y en reclamar sus espacios en los parques. “Hemos construido un espacio seguro aquí”, afirma orgullosa Angie.
Hemos avanzado juntas, nunca me atrevía superar ciertos obstáculos y rampas, y el año pasado que empezamos a patinar juntas, o logramos juntas. El nivel de aprendizaje avance e gracias a que patinamos en comunicadas, agregó.
La también maestra en educación física recalca: Antes el espacios solo era para ellos, y al día de hoy ves a mas mujeres, aunque han tenido enfrentamientos, tratan de mantenerse al margen al margen; “por eso queremos que el espacio sea exclusivo de mujeres, así garantizamos esa armonía”.
Motivación
Aparte de luchar contra los estereotipo, del discurso; que el patinaje no es para mujeres; luchan alentar a las mujeres a practicar deportes; pues por años se les ha relegado a otros roles y actividades; y cuando una mujer se anima a practicar un deporte, muchas veces son denostadas, criticadas; reciben burlas o se les juzga
En cambio, ellas tratan de enseñarlas con paciencia, no juzgarlas. “Cuando tú como mujer te atreves a practicar un deporte llegas con miedo y si llegas a un espacio donde te hacen sentir mal por aprender, no funciona”, expresó Angie.
Ofrecen clases para que puedan sentirse cómodas y no juzgadas. Nuestro enfoque no es competitivo, explica, nos enfocamos en que encuentren en este espacio un lugar donde disfruten moverse, sentir que pueden hacer algo, y eso se traslada a otros aspectos de la vida. “Puedo hacer esto que me parecía imposible”.
“Hace años no me hubiera imaginado enseñando, jamás hubiera pensando en disfrutar tanto el transmitir conocimientos y he evolucionado como persona”. Mayor información para las clases: Instagram o 999 117 9259
Edición: Ana Ordaz
Subrayó que la reducción de la jornada será parte de una reforma laboral consensuada con empleadores, empleadoras, sindicatos y trabajadores
La Jornada
Mujeres son fundamentales en el desarrollo de fármacos: Lena Ruiz
La Jornada
Juan José Pacho, impresionado con el Kukulcán; “luce monumental”
Antonio Bargas Cicero