En el marco del Día del Padre, Marisol Estévez y Gisela Martínez —madre e hija— crearon desde su salón de belleza Sol Estévez un curso para fortalecer el vínculo entre papás con sus hijas, este sábado 17 de junio, la conexión fue innegable durante el curso que sacó sonrisas de todas las niñas y sus acompañantes.
Rodrigo Rodríguez Rivas fue uno de los padres que este día asistió al taller de peinados para convivir con su pequeña, quien demostró ser su “clienta” más exigente, situación que no le impidió continuar intentando realizar el peinado una y otra vez con cariño y ternura.
“A mí me encanta encontrar formas de convivir cada vez más y mejor con mi hija, siempre necesitamos estos espacios para ser esas personas en quienes ellas confíen para que las ayudemos a crecer, a desarrollarse”.
El padre de familia sensibilizó a otros papás a también asumir un rol activo en la educación de sus hijas o hijos, pues desde su visión ser papá es mucho más que solamente proveer, sino educar en todos los ámbitos y darles tiempo de calidad, esforzándose.
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“Crear un vínculo y un recuerdo”
Este festejo del Día del Padre, para él representó la experiencia “más divertida de toda mi vida y la más productiva”.
“Vengo a aprender, pero más que eso es una experiencia con mi hija, es crear un vínculo y un recuerdo que ella pueda tener cuando sea grande”, expresó Shuber, quien mira además que el aprendizaje podrá serle útil también con su hija más pequeña.
El papá Noé también señaló la importancia que tiene para él aprender a peinar a su hija porque “siempre es un tema el pelo y había que aprender de alguna manera […] es muchísimo más difícil de lo que imaginé”, dijo entre risas.
Con esta actividad, que realizan en el salón Sol Estévez, pretenden fortalecer el vínculo padre e hija; pero especialmente han implementado estos talleres por el propio interés de los padres de familia de aprender a peinar a sus pequeñas.
Tan solo este sábado, impartieron tres talleres, en los que el amor hacia las niñas pudo verse reflejado en el interés y preocupación de los padres por hacer lo mejor posible los peinados para que sus hijas quedaran contentas.
Fue posible observar la felicidad de cada una de las niñas asistentes por tener este momento de convivencia con sus padres, aprovechando este espacio también para platicar con ellos y brindando la oportunidad de conocerse mejor entre sí.
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