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Rodrigo Medina
10/07/2024 | Mérida, Yucatán
El Centro por la Justicia, Democracia e Igualdad (Cejudi), presentó el Informe Final del Monitoreo del Proceso Electoral 2023-2024, el cual incluyó temas de derechos humanos relacionados con género, comunidades indígenas y personas LGBTTTI.
“Este monitoreo se hizo a través de un enfoque en Derechos Humanos y una perspectiva intersectorial e intercultural. También, nuestro objetivo es poder obtener resultados, poder obtener información y poder contar con herramientas para poder entender la realidad que estamos viviendo en el estado”, expresó María Paula Balam, directora ejecutiva del Cejudi.
Se observaron cuatro cargos: la gubernatura, las diputaciones federales, las diputaciones locales y las elecciones municipales. Las tres temáticas del monitoreo fueron las mujeres en razón de género, las acciones afirmativas dirigidas a comunidades indígenas y también a la comunidad LGBTTTI.
“Este monitoreo se realizó en tres fases: la primera fue una investigación previa, luego hubo un informe preliminar, y después el informe final que estamos presentando ahora. Durante todo este proceso se desarrollaron 29 indicadores para obtener resultados. De estos 29 indicadores, 11 fueron sobre violencia política hacia las mujeres en razón de género, 14 están relacionados a la implementación de acciones afirmativas y cuatro en relación a la aplicación de la ley tres de tres contra la violencia de género”.
En el proceso electoral, participaron 258 mujeres, 290 hombres y una persona no binaria. Por lo que 52.6 por ciento de la personas que participaron fueron hombres. 47.3 por ciento fueron mujeres y 0.2 personas fueron personas no binarias.
Dentro de los casos de violencia política contra las mujeres en razón de género, la Cejudi logró registrar 48 denuncias en este proceso electoral. La gran mayoría de estos casos, que se registraron a través de redes sociales, corresponden a la violencia simbólica.
“Este tipo de violencia está relacionada con los estereotipos, los roles de género. Aquí caben los reproches con el correcto uso de la maternidad, su físico, con la forma en la que visten, con la forma en la que las mujeres se mueven en la sociedad”.
La observación a través de las redes sociales de estas actitudes, permite ver un panorama en donde los casos denunciados se corresponden con los indicios generados en las plataformas de redes sociales.
“En la parte de acciones afirmativas sobre las comunidades LGBT y las indígenas, el 40.2 por ciento de las candidaturas correspondían a alguno de estos dos grupos. De todas estas, el 30.8 por ciento fueron candidaturas bajo una acción afirmativa indígena y el 2.4 por ciento, fueron candidaturas dirigidas por parte de una persona LGBT”.
Dentro de comunidades y municipios donde no se registraron estas acciones afirmativas, la responsabilidad corre por parte de sus propios candidatos, afirma la Cejudi, por lo que es importante hacer un registro de cómo funcionan las acciones afirmativas en donde no hay representatividad política de las comunidades indígenas o LGBTTTI.
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Edición: Fernando Sierra