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Rodrigo Medina
08/04/2025 | Mérida, Yucatán
La Fundación para el Bienestar Natural (Fundebien) es una clínica ubicada en la comunidad de Baca, en Yucatán, que atiende a pacientes con diagnóstico de cáncer. Utilizan tratamientos alternativos como los realizados a través de electromagnetismo, en su interior florecen lirios, nenúfares. El espacio también es conocido por su restaurante de comida tailandesa, La casa de los lotos.
Fundebien atiende a personas con cáncer desde el 2006 y se fundó legalmente en el 2008. Este sitio comenzó de la mano de Laurent Chabres, quien fue diagnosticado de esta enfermedad y que, junto a un amigo, probó el método alternativo del electromagnetismo para tratar esta enfermedad.
Foto: Gerardo Jaso
Desde el año 2008, Fundebien ha hecho un recuento de las personas atendidas, llevan más de 5 mil pacientes. Tienen doctores laborando de forma voluntaria, a través de este primer contacto con los profesionales se arma un folio y se programan las sesiones de electromagnetismo, que duran alrededor de 20 minutos.
En función de la persona y del paciente y de sus posibilidades se establece cuántas veces a la semana tiene que asistir. Por lo general, se programan tres sesiones por semana para los pacientes.
La terapia es gratuita pero la operación y el personal requieren de donaciones, como en toda labor de filantropía. La mayoría de todos los gastos de operaciones de este sistema de curación a través de electromagnetismo corren a cargo de Laurent Chabres.
“La terapia principal es el sentirse bien acá, la base es la relajación y es esto. El aparato claro que ayuda, pero probablemente no sea lo mismo tener ese aparato en tu casa qu el venir acá, sentir esa conexión, convivir y que nos pone en un estado en el que es más fácil sentirnos bien”, Tamila Dip, colaboradora de Fundebien y terapéuta.
Foto: Gerardo Jaso
En un breve encuentro de pacientes y familiares, Laurent Chabres ofreció una breve charla en la que reconoció la verdadera dimensión de la salud, la cual se ubica en el sentirse bien con uno mismo.
“Hoy en día esperan mucho de nosotros, hay que cumplir con expectativas ajenas, hay que ser como quieren y estar donde quieren, pero bueno, ¿y uno qué?”, expresó Laurent.
En esta reunión, las y los pacientes en recuperación relataron sus experiencias en ese espacio, en donde gira el aire fresco entre la serenidad de los budas, la sombra de las ceibas, y color de los lotos.
“Aquí no venimos a evitar morir, morir es lo único que tenemos en nuestra vida desde que pisamos esta tierra, no sabemos cómo ni cuándo ni dónde, pero sí podemos aprender a vivir”, expresó Lidia, maestra de Chi kung de Fundebien y paciente en recuperación.
Foto: Gerardo Jaso
Por su parte, Mariana relató su trayecto en Baca desde su diagnóstico, hace más de ocho años. El panorama de cáncer linfático era poco favorable para ella, pero la compañía de otras y otros bajo su misma situación ha sido terapéutica.
“Encontrar a otros que están viviendo en esta misma situación aquí en Baca ha sido un cobijo hacia mi persona”, comentó.
En cada uno de los testimonios, los pacientes destacaron que lo importante es el acompañamiento que facilita Fundebien, y que si bien el electromagnetismo es funcional, es parte de una alternativa de combate hacia el cáncer.
Entre otras actividades, Fundebien ofrece clases de Chi kung y cuenta con un laberinto en el que, a decir de Laurent Chabres, se encuentra un sitio de exploración y de búsqueda personal.
“Con la paz uno disfruta el camino en el laberinto. Hallamos una sombra y la disfrutamos, un canto de pájaros también, con la paz uno olvida a qué veníamos y encuentra el camino”, finalizó.
Edición: Fernando Sierra