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La Jornada Maya
20/04/2025 | Mérida, Yucatán
La Segunda Jornada Nacional de las Familias Buscadoras llegó a Yucatán. A lo largo del sábado 19 de abril, familias buscadoras que forman parte de los colectivos Familias buscadoras de Yucatán y Más fuertes que nunca llamaron a una pega de fichas, un conversatorio y una obra de teatro para actuar y reflexionar en torno a la crisis de desapariciones que atraviesa el país.
A las 10 horas se reunieron familiares de personas desaparecidas en el parque Eulogio Rosado de Mérida. El objetivo: visibilizar que hay personas desaparecidas en el estado y pegar las fichas de las personas desaparecidas con la esperanza de que alguien las haya visto o sepa de su paradero. Con fichas de los 13 casos que acompaña el colectivo, repartidas en cientos de copias, las madres, familiares y personas solidarias recorrieron las calles del Centro de Mérida. Los locales privados permitían que las señoras pegaran sus fichas, algunas en español y otras en maya. Muchas personas se acercaban a preguntar, a ver qué decían estas extrañas fichas pegadas en las paredes de los lugares cotidianos.
La madre y hermana de Reyna Guadalupe Canton Chul iban nombrándola mientras pegaban su ficha. “Yo guardo todas sus fotos, cada una de las fotos que le tomé. Se siente bien pero también duele verlas. Aquí está”. La recuerdan así mientras caminan cerca de los mercados y reproducen los datos de su desaparición: “fue vista por última vez en el centro de Hunacmá el 17 de octubre del 2008”. Narran que ellas no han podido profundizar con la búsqueda porque no han tenido los medios para hacerlo. El transporte es muy caro y no pueden faltar a sus trabajos como lo necesitarían para ir a la fiscalía.
Más tarde, en el conversatorio, las madres pudieron expresar ante un público más amplio sus preocupaciones, exigencias e historias.
“Yucatán es uno de los estados más seguros del país y nosotras queremos que así se mantenga. Lo que más deseamos es que estos colectivos no tengan ni una sola ficha de desaparecidos”, indicó Maricela Orozco Montalvo en el conversatorio De Teuchitlán a Yucatán: desapariciones en México. “Sin embargo, mientras haya personas desaparecidas, seguiremos buscándoles y exigiendo a las autoridades que cumplan con la Ley General en Materia de Desaparición Forzada”. Maricela lleva 11 años desde que desaparicieron a su hijo Gerson Quevedo en el estado de Veracruz. En un intento de rescate de Gerson, Alan, (su hermano) y su cuñado fueron asesinados. Desde entonces, ella y su familia se han mudado y recorrido varios estados del país: son desplazados por una violencia que perece.
La señora Clara María fundó el colectivo hace un año. Su hijo Héctor Huesca Gutiérrez desapareció en mayo del 2020 y fue hallado sin vida en Jalisco en el 2023. “Las mamitas en Jalisco me llamaron y me dijeron que tal vez habían encontrado una parte de mi hijo. Yo me fui para allá a reconocerlo. No hay personas con cargos ni por el secuestro ni por el asesinato de mi hijo, pero ahora yo quiero ayudar a más mamás para que puedan encontrar a sus hijos e hijas.” Es por ello que la coordinación entre estados e instituciones es crucial en la búsqueda de personas desaparecidas.
Las madres compartieron algunas de las afectaciones que resultan de las desapariciones de sus familiares: la pérdida del empleo es casi segura, las amistades y la familia también se alejan de una. Es muy común que los hombres caigan en el alcoholismo o en las drogas, como compartieron en el conversatorio. “Mi otro hijo cayó en las drogas. Lleva años con eso. Es muy difícil saber qué hacer con todo esto”, narra la señora María con la voz entrecortada.
Las desapariciones en el estado de Yucatán son diferentes a las del resto del país. Eso hay que reconocerlo. Sin embargo, “las autoridades deben atendernos, escucharnos, que nos ayuden a encontrar a nuestros tesoros. Que las investigaciones las hagan rápido”, declaró Clara Gutiérrez.
“Aquí en el estado, el personal de búsqueda es uno muy humano, nos atienden bien, nos acompañan y organizan las búsquedas; eso hay que reconocerlo”, dicen Maricela y Clara al hacer un balance sobre las respuestas de las autoridades en materia de desaparición. Sin embargo, las fiscalías deben garatinzar que las investigaciones se hagan de forma coordinada, pronta y eficientemente. La Ley General en Materia de Desaparición Forzada hace una distinción clara entre la investigación y la búsqueda y eso es lo que exigen que se siga respetando. Además, que la ley sea implementada: “es una ley bien hecha; en su creación estuvimos puras familias”.
En el público había jóvenes que respondieron con solidaridad: “Aquí estamos para apoyarles en lo que necesiten, cuenten con nosotras”, dijeron después de que las madres expresaran que cualquier tipo de apoyo se necesita: desde herramientas (picos, palas, botas), hasta sensibilización para prevenir las desapariciones en el estado.
El sábado terminó con la adaptación de la obra Vida, valor y victoria del colectivo De la hoja al vuelo, un grupo de artistas multidisciplinario que puso en el escenario una mezcla de performance, teatro y música con las letras y la poesía de resistencia de la chilena Violeta Parra y Víctor Jara. En honor a las luchas sociales que atraviesan siglos y fronteras, el colectivo acompañó las exigencias de las madres buscadoras en Yucatán al mismo grito de ¡Justicia!
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Edición: Fernando Sierra