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La Jornada Maya
20/07/2025 | Mérida, Yucatán
Activistas de Mercy For Animals y miembros de la comunidad local se reúnen por segunda vez en CDMX, el 19 de julio, y en Mérida el 20 del mismo mes, para exigir a las autoridades mejores condiciones para los cerdos explotados en la industria de la carne. Tras la falta de respuesta de la Sermarnat y la Conanp a una petición respaldada por más de 22 mil firmas el año pasado, los manifestantes regresan con nuevas pruebas que revelan el sufrimiento extremo de estos animales.
La protesta en Mérida tuvo lugar en la Plaza Grande, en el centro de la ciudad, a donde acudieron miembros del equipo de voluntarios de la organización, activistas de la zona y miembros de la comunidad. El performance constó de personas que vestían trajes de cerdos y que con pancartas con frases como “Soy mamá, no máquina” y “Soy bebé, tengo miedo”, llamaron la atención de los transeúntes a fin de invitarlos a sumarse al grito por la justicia para estos seres.
En 2024, Mercy For Animals lanzó la campaña SOS Yucatán con el propósito de concientizar y frenar el impacto negativo que las mega granjas representan para los animales, las comunidades y el ambiente. La investigación reveló la posible existencia de más de 800 granjas y filtraciones de desechos tóxicos que podrían afectar los humedales y cuerpos de agua de la región.
En 2025, el equipo de investigadores encubiertos de Mercy For Animals documentó el interior de dos mega granjas. En la primera de estas instalaciones hallaron cerdos bebés enfermos sin atención, hacinados en corrales sucios, y cadáveres dentro de las instalaciones, lo que evidencia falta de salubridad y bienestar animal.
Foto: Mercy For Animals
En abril de este año, la Profepa impuso una clausura total temporal para dicha instalación, ubicada en Santa María Chi, debido a que no cuenta con el permiso de descarga para sus aguas residuales. A partir de esta medida, la granja no podrá incrementar el número de “ejemplares” (individuos) reportados.
En la segunda granja se documentó el uso de jaulas de gestación extremadamente pequeñas, donde las cerdas mamás no pueden moverse ni interactuar con sus bebés. El confinamiento constante les provoca estrés, posibles colapsos mentales y lesiones asociadas a las condiciones insalubres del lugar.
Foto: Mercy For Animals
Las empresas dedicadas a la producción de carne en Yucatán emplean el agua de manera desmedida, mientras los habitantes de las comunidades sufren las consecuencias de la contaminación de los cuerpos de agua subterráneos. Greenpeace, organización ambiental, realizó muestreos de agua en diversos pozos, un cenote de la región y desagües que vierten desechos directo en la selva. El resultado fue que cinco de las ocho muestras rebasaron la norma que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas residuales en agua y bienes nacionales (NOM-001-SEMARNAT-1996 para la protección de la vida acuática). (Ciencia UNAM, 2023)
Según testimonios de miembros de la comunidad de Santa María Chi, existen otras afecciones graves, tales como el mal olor, una proliferación de moscas que impide incluso abrir las ventanas y los constantes gritos de los cerdos.
Foto: Mercy For Animals
La producción industrial de carne de cerdo implica sufrimiento e injusticia social. No podemos permitir que estas prácticas hacia los animales sigan siendo ignoradas. Desde Mercy For Animals, invitamos a la ciudadanía a sumarse al llamado a las autoridades para exigir que se frene esta industria.
"¡Ni una mega granja más, ni una granja industrial más! #SOSYucatán", señala el comunicado emitido por los activistas.
Edición: Fernando Sierra