Janal Pixán, una celebración más allá de la comida y los 'osos panda'

Enfocarse en los alimentos resultaría en una reducción a su complejidad
Foto: María Briceño

Para los mayas yucatecos, el Janal Pixán -o época de finados- va mucho más allá de las fiestas y la comida, tiene un significado profundamente espiritual, así lo dejaron ver los académicos e investigadores que participaron en la mesa panel Janal Pixán: Significado y Presencia en Yucatán, organizada por la UADY.

“No nos pintamos de blanco ni nos convertimos en ‘osos panda’”, aclaró el lingüista y literato Fidencio Briceño Chel, al referirse a estas nuevas “tradiciones” que suelen relacionar el ritual de la muerte con la figura de la calavera; y que a últimas fechas, como otras costumbres, ha ganado popularidad en la región.

Detalló que más que más allá de la comida, el Janal Pixán se trata de un constructo social comunitario en el que pueden apreciarse varios micro rituales familiares, es decir, no hay una forma única de celebrarlo. Entonces, enfocarse únicamente en los alimentos resultaría en una reducción a su complejidad.

Al abordar el significado de la celebración desde una perspectiva lingüística, Briceño Chel aclaró que el concepto de Janal Pixán “es una frase mal construida”, ya que no es parte de la narrativa de la lengua maya. Sería el equivalente a decir “comida ánima”, y carece de sentido cultural para ellos.

"Si bien esta celebración se ha hecho parte de nuestras lajas, es un constructo que empieza desde la limpieza y preparado del cementerio, de las calles, pueblo, casas, y el blanqueamiento de las albarradas", explicó. “Lo que se blanquea es el pueblo, no las personas”, puntualizó.

En ese sentido, el académico destacó la importancia de evitar dejar cosas sucias en la vivienda, porque “sería una vergüenza que los difuntos vengan a limpiar”, por lo que parte del respeto que envuelve a este ritual se relaciona con ese sentimiento. 

 

Debe conservar su espíritu comunitario

Por su parte, José Antonio Cutz Medina, maestro originario de Kanxoc Valladolid, señaló que desde la perspectiva comunitaria, esta festividad se relaciona con un cuerpo de creencias; es una manifestación cultural propensa a la discusión, la cual concentra expresiones de los pueblos e impacta el fenómeno globalizante de sociedades complejas.

"El Janal Pixán, como ritual, es claro que las comunidades lo conservan, pero es una celebración de ritual expresada mediante la mezcla de creencias, que parece viene a contaminar la expresión de los pueblos, es una situación que necesitamos resignificar y detener, de modo que no tengamos en un futuro, fantasmas o brujas en los altares", advirtió.

Cutz Medina manifestó que se trata de una reunión que debe conservar el espíritu comunitario. Un pensamiento donde se da la bienvenida a los difuntos al mundo terrenal, ya que en la cosmovisión maya no existe la muerte definitiva, sino es un paso a otro plano de vida.

De igual forma, coincidió con Briceño Chel en que el concepto de Janal Pixán no es utilizado en las comunidades, “es como el ‘ma'alob k'iin’, y las instituciones tienen algo de culpa de esto al promocionar ese término creado en tiempos del ‘cerverismo’ como un espectáculo político que se tenía que bautizar de ese modo”, sentenció.

En ese sentido, el profesor subrayó la necesidad de resignificar dichas prácticas culturales hacia una expresión propia e institucional que permita enriquecerla nuevamente como un fenómeno globalizador, debido a su relación con la vida comunitaria. 

“No se trata de fantasmas, brujas, calabazas amarillas o ‘pandas’, y es importante dejar eso en claro. Nos ha invalidado un espíritu confuso y pareciera que estamos cediendo ante la dominación cultural, pero en la mirada comunitaria existe una necesidad de resignificar y reconocer la parte espiritual de la llegada de los muertos”, aseveró.

 

Alerta de ‘wascop’

Gener Chan May, quien actualmente se desempeña como docente en la Preparatoria 2 de la UADY, mencionó que le resulta inevitable no pensar en los viajes que su familia realizaba cada año, de Xaya -comisaría de Tekax- a Oxkutzcab para visitar a sus abuelos maternos, y la felicidad que estas fechas le procuraron en su infancia.

Reiteró que el concepto de Janal Pixán no representa esa celebración, e incluso, él no la había escuchado el término hasta su llegada a Mérida. Más bien en las comunidades se habla de los finados para recordarlos, se piensa que llegan de visita a principios del mes de noviembre y se les recibe con ofrendas.

“Siento que alimentaron mi espíritu y por eso estoy tratando de rescatar su verdadero significado; no lo que se ha visto en las escuelas o lo que fomentan las instituciones. Como por ejemplo, cuando uno es jurado (de un concurso de altares) y debe evaluar cosas subjetivas dejando a un lado lo que realmente representa”, enfatizó.

Para el profesor Gener, los días de finados son para celebrar la unión familiar y cómo se organizan para trabajar en casa, pues “es una vergüenza que lleguen los pixanes y no se haya lavado”, recalcó. 

También remarcó la importancia del tsikbal, comunicación a través de la cual los mayas transmiten sus conocimientos. El académico recuerda que es para estas fechas que los abuelos se toman el tiempo de evocar y comentar la manera en que solían celebrar y alertaban a sus nietos a no faltar al respeto, porque corrían el riesgo de recibir un “wascop” por parte de los finados. 

Chan May exhortó, en ese tenor, a mostrar respeto hacia estos singulares visitantes y recordarlos tal y como eran en vida “no como calaveras”, desde que considera que pintarse la cara “como panda” es un insulto a la celebración ya que para las familias no son muertos, sino que están representados en el altar.

 

El ciclo de vida del maíz

La participación del investigador Santiago Domínguez Aké inició cuando se refirió a que el Janal Pixán “no es comida de ánimas” sino una expresión de espiritualidad, pues los antiguos mayas creían que el espíritu no muere y se inspiraron observando la naturaleza para su cultura, en este caso, el ciclo de vida del maíz.

"Los prehispánicos observaban cómo se reproduce, muere y renace; y lo mismo sucede con nosotros los hombres. Nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos. Es ese el concepto que tenían de los espíritus que nos visitan cada año", dijo.

El Janal Pixan se celebra en estas fechas, explicó, ya que los mayas, con base en lo observado en el proceso de vida del maíz, optaron por establecer el rito para nuestros ancestros ya fallecidos, teniendo en mente que están vivos y llegan a visitarnos. Es solo su cuerpo el que muere.

"Esa creencia sobre la existencia del alma ya no tiene sentido entre la juventud, ni lo religioso, pues algunas familias del medio rural no hacen rezos y ofrendas como antes; sacan el pib y se lo comen inmediatamente. Ofrendar el pib recién desenterrado se hace pensando en que ese calor que despide alimenta el ánima de nuestros ancestros", sostuvo.

Domínguez Aké recordó que en la década de los 60 y 70 mucha gente cultivaba la milpa en su natal Muxupip y con esto preparaban el pib y otras ofrendas, en ese sentido, aclaró que se trata de “un error tremendo” el haber institucionalizado el 2 de noviembre para comerlo, ya que es un guiso que suele prepararse en cualquier ocasión.

 

Senderos de bienvenida

Los panelistas coincidieron en que dentro del sincretismo del Janal Pixán, no todos los altares contienen lo mismo, pues son un reflejo de los productos de las milpas y los patios. Puede verse la diversidad de la celebración; y algo muy importante es que como ritual social, está lleno de elementos innovadores relacionados con las dinámicas actuales.

Cutz Medina lamentó que en la actualidad se viva “una esencia minimizada” de la celebración, pues mirándola desde una perspectiva pedagógica, consideró que la educación que reciben las nuevas generaciones está impregnada de colonialismo, uno parecido al sometimiento cultural que se ha sobrellevado desde hace cinco siglos.

"Este conjunto de significados tiene que ver con el desafío de trasladarlo nuevamente a un contexto que vuelva a dignificar la celebración a los difuntos. No uno que tenga que ver con los concursos de altares", prosiguió.

Durante el encuentro se destacó la necesidad de comenzar a reconstruir un panorama que permita revalorar la esencia y presencia de los fieles difuntos. No se trata de purismo, sino de procurar identificar los orígenes de esta práctica, así como los impactos del europeísmo que la han modificado.

Para estos intelectuales mayas, el Janal Pixán se está debilitando a gran velocidad ante la llegada de brujas y fantasmas, que lamentablemente, ya son una realidad en las comunidades yucatecas. De ahí la importancia de representar una práctica lejana a concursos y espectáculos; y colocar de nueva cuenta las velas que alumbran los senderos, para que estos vuelvan a ser vistos como los caminos que dan la bienvenida a los pixanes.

Edición: Elsa Torres


Lo más reciente

Hallan el cuerpo de una quinta víctima tras derrumbe del puente de Baltimore

Miguel Ángel Luna era un trabajador de la estructura al momento del hecho de hace más de un mes

Efe

Hallan el cuerpo de una quinta víctima tras derrumbe del puente de Baltimore

La mañanera y las narcoetiquetas

Astillero

Julio Hernández López

La mañanera y las narcoetiquetas

Exigen a Máynez no declinar

Dinero

Enrique Galván Ochoa

Exigen a Máynez no declinar

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 3 de mayo de 2024

Presentan Informe de Refinación de Pemex

La Jornada Maya

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 3 de mayo de 2024