Pueblo Mágico de Sisal: paraíso marino en la tierra

Leopoldo Puuc, guía de naturaleza de la cooperativa Descubre Sisal, ofrece un recorrido en bicicleta por los puntos más emblemáticos de la comunidad, como el centro histórico, donde además de conocer la arquitectura, relata la historia de cada sitio y su importancia para el puerto; con su agrupación también se puede hacer senderismo en caminos rodeados de manglares.

Otra actividad es la observación de aves, cocodrilos y otras especies en los manglares y los petenes, nadar en la zona conocida como la laguna La Carbonera, un mágico lugar que se creó luego del impacto del huracán Gilberto, que dejó un paisaje que deleita los ojos.

También se puede hacer pesca deportiva, artesanal, buceo y snorkel. Los recorridos en el mangle se pueden realizar en kayac o sobre una pequeña embarcación de las conocidas como chalanas, en la reserva de El Palmar o la Reserva Estatal Ciénegas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán.

Para Ricardo Cruz, de Montoventurs Sisal, no sólo se trata de brindar un recorrido, sino toda una experiencia de vida en el corazón de los humedales y las reservas, ya que, al hacer una actividad en contacto directo con la naturaleza y los ecosistemas, se siente un ambiente de paz y tranquilidad “que te va llenando el alma”.

Nuestro objetivo, agregó, es ofrecer una actividad turística responsable, personalizada, y crear una conciencia ecológica en cada visitante. “Conocer para preservar nuestras áreas naturales”, subrayó.

Los guías saben de la importancia de la conservación de sus recursos naturales, por eso todas sus actividades son de bajo impacto; no usan embarcaciones motorizadas para cuidar los ecosistemas, además que al mismo tiempo que las personas disfrutan de estos recorridos, aprenden de la importancia del patrimonio natural de Sisal. Les brindan una educación ambiental completa.

Para quienes prefieren bucear en el mar, la cooperativa Shark Tour Sisal ofrece visitar los arrecifes 25 kilómetros mar adentro, donde los visitantes podrán ver una gran variedad de especies marinas, nadar libremente con delfines e incluso con tiburones, y también los llevan por las embarcaciones hundidas que hay en los alrededores del puerto, como el barco La Unión, identificado recientemente por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como una embarcación usada para el tráfico de esclavos mayas.

De concha y caracol

El puerto de Sisal también alberga a maestros artesanos que realizan diversas creaciones con madera, conchas y caracoles del mar u otros materiales. Uno de Estos es Juan López Velazco, quien elabora collares, salseros, cortinas, lámparas, aretes y otras artesanías con los caracoles que encuentra en la playa. Antes era pescador, pero a raíz de un naufragio en el que perdió la movilidad en los brazos por un año, dejó dicha actividad. Inventó máquinas especiales para cortar las conchas, darles forma y pulir sus artesanías.  

“Yo vengo del mar, soy reciclado del mar también, como mis conchas y caracoles”, expresó con una sonrisa.

Luis Hernández Hernández trabaja la madera. Al inició hacía sólo pinturas, pero buscando alternativas decidió crear lámparas de distintos diseños, desde sirenas, barcos, calaveras, entre otros pintados a mano con aerosol.

Cacería de patos  

Felipe Hernández Canul, mejor conocido como El Tío, es uno de los guías cinegéticos con mayor experiencia. Viste ropa de camuflaje, estilo militar, incluso su cubrebocas. Debajo de su gorra se observan unas canas, pero a pesar de su edad, luce corpulento, y más lúcido que cualquier veinteañero. Muestra con orgullo un collar formado por unos anillos que se le colocan a los patos para llevar un registro de su migración. Para él, esto es símbolo de que es un buen guía, ya que llevó a su cliente, el cazador, a un buen lugar para cazar estas aves.

Uno de los tesoros culturales poco conocidos de Sisal son sus guías cinegéticos, personas con amplio conocimiento del mar, las ciénegas, el mangle, y las reservas naturales del puerto, quienes llevan a los interesados en la cacería responsable a recorrer los rincones para cazar patos. Esta práctica tiene más de 70 años realizándose en el puerto, y diversas personalidades han venido para practicar la cacería sustentable; desde ex presidentes de Estados Unidos y atletas famosos, como Jimmy Carter, el beisbolista Pete Rose, el golfista Jack Nicklaus, o el presidente egipcio Anwar Sadat.  

Esta labor les ha servido para agudizar sus sentidos; no necesitan una brújula u otro objeto para orientarse, a pesar de iniciar los recorridos cuando el sol no ha salido, se guían con los reflejos de los arbustos en el agua, o colocando pequeños señalamientos, como doblar un gajo, o simplemente por memoria. Además, que ya saben en qué lugar y en qué temporadas se colocan los patos.

En un pequeño simulacro de un día de cacería, a bordo de una chalana, El Tío comentó que primero tienen que hacer una labor de observación para ver dónde se colocan los patos a comer una vegetación que hay en el agua, conocida como mulato; luego colocan unos patos artificiales de plástico como señuelo. Después regresan con el cazador y se les lleva a los puntos ya identificados; se guardan en un lugar conocido como “chuc”, elaborado con ramas del mangle, esperando a que lleguen las aves, cuando está cerca se le llama con un “pito”, que imita el sonido que hacen los patos para que se acerquen a los señuelos.

Esta actividad es segura, ya que cada guía cuenta con una serie de permisos emitidos por la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) entre otras dependencias, que los acredita para estar en las reservas. Y el visitante es quien trae sus armas, las cuales han pasado por varios filtros de seguridad en las aduanas, el aeropuerto y con las autoridades locales.

Del mar a la mesa

Para deleitarse el paladar, Sisal ofrece una gama de opciones, uno es el famoso restaurante La Brisa del Mar, ubicado en el corazón del puerto. Su dueño, Gregorio Peña López, brinda una cálida bienvenida, con una alegría y atención que no da ganas de retirarse del lugar. Además de ofrecer los platillos típicos de mariscos, también es posible degustar jaibas, langosta, camarón con coco y salsa de mango, entre otras creaciones.

En la misma zona se encuentra el restaurante La Juanita, que desde 1963 cocina diferentes guisos y platillos; los más emblemáticos son sus kibis de pescado, el filete de pescado relleno de mariscos y el ceviche mixto. Todo fresco, directo del mar a su mesa. Otra opción es el restaurante El Amigo Chivero, un negocio tradicional familiar con un amplio menú que incluye pescado frito, pan de cazón, cócteles, filetes, pulpo y caracol.

Son tantas las actividades que hay para realizar en Sisal que un día no basta, para poder descansar y seguir recorriendo el Pueblo Mágico. Existen diversas alternativas de alojamiento, una de ellas es el Club de Patos, un lugar con responsabilidad social pero también ambiental. Ofrecen un servicio de alojamiento de bajo impacto con sólo nueve habitaciones, cero plásticos, rodeada de árboles, con piscina y cerca de la playa.

Otro espacio es Aldea Pegy, un lugar que brinda privacidad, intimidad y exclusividad en medio de la playa y de vegetación. Cuenta con nueve cabañas, espacios comunes para realizar yoga, jugar billar y diversas amenidades, donde los visitantes sólo tienen que disfrutar.

El Hotel El Faro cuenta con cuartos cómodos y alberca. Su hermosa escalera tipo espiral conduce hasta un balcón donde se puede observar los hermosos atardeceres y convivir en familia.

En general, los habitantes del puerto esperan que ahora con la denominación de Pueblo Mágico mejoren los servicios de agua y luz, que no son eficientes; que se construyan más carreteras, infraestructura, para hacer honor a esta distinción, y principalmente que se apoye a la comunidad; que el nombramiento no sea pretexto para favorecer inversiones de otras partes y dejar a un lado a los habitantes del pueblo.

Edición: Ana Ordaz