Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 10 de octubre, 2016
El reporte de la autopsia de Luis Demetrio Góngora Pat, migrante maya yucateco de Teabo, asesinado en San Francisco el pasado siete de abril, fue revelada la semana pasada por la oficina de examinación médica de dicha ciudad, en la que se establece que la víctima fue abatida por “múltiples heridas de bala”.
El siete de abril, a las 10 de la mañana, Góngora Pat, recibió seis disparos de bala cuando transitaba por la calle Shotwell de San Francisco, donde vivía desde dos años antes como indigente. A esa ciudad llegó hace 15 años, aproximadamente. En el incidente, grabado por la cámara de videovigilancia de una casa vecina, se observa a los policías de San Francisco, el sargento Nate Steger y al oficial Michael Mellone, disparar fuera de cuadro, hacia el lugar donde presuntamente se ubicaba el yucateco.
En 18 páginas en inglés, el reporte de la autopsia establece que fueron seis heridas de bala las que acabaron con la vida de Góngora Pat. Cinco de ellas fueron perforantes; es decir, la trayectoria del proyectil ingresó, atravesó y salió del cuerpo.
La bala más mordaz fue en la cabeza, en la parte izquierda de la frente, la cual ocasionó “múltiples fracturas de cráneo”, así como “laceraciones y contusiones en el cerebro”. La bala salió por la parte posterior de la oreja izquierda.
Las demás fueron en la parte alta de la espalda a la derecha; el pecho en su parte baja a la derecha y también a la izquierda, antebrazo derecho en dos ocasiones. La penetrante fue en el deltoide izquierdo.
Según la historia del caso, Góngora Pat tenía un cuchillo de cocina, el cual le hacía parecer amenazante. Al momento de llegar los oficiales, donde el yucateco se encontraba, los policías se comunicaron verbalmente con él y dispararon balas de goma, sin efecto. Tras ello, se dispararon las balas letales.
Según Tiny-Gray García, integrante de la Coalición de Justicia y Honor para Luis Góngora Pat, una asociación en defensa de los derechos civiles en San Francisco, “el reporte de la autopsia es un insulto a la familia, y protege la versión de los policías en la muerte de un inocente indígena maya, incapaz de protegerse del terror generado sobre la gente de color, apoyado por el sistema”.
Aunque se indica en la autopsia que había una pequeña cantidad de droga en el sistema del yucateco, Laura Guzmán, activista de la misma asociación, señaló que “eso no cambia el hecho de que le dispararon los policías en seis ocasiones, segundos antes de arribar a la escena”.
[b]Consulado mexicano, sin responder[/b]
En el informe de la autopsia, el investigador Zachary Smith estableció, el ocho de abril a las 9 horas, que se intentó comunicar con el consulado mexicano sin respuesta alguna.
En inglés, indicó que “tres llamadas se realizaron al Consulado Mexicano en San Francisco, a petición del director Wirowek. Ninguna de las llamadas recibió respuesta, cuando al solicitar un hablante en “inglés”, se desconectaba la llamada. Fui incapaz de hablar con un representante (…)”.
Fue hasta el 11 de abril, cuatro días después del asesinato, que se pudo hablar con el consulado, según el investigador Christopher J. Wirowek.
Documento completo:
https://justice4luisdotorg.files.wordpress.com/2016/10/2016-0349-gongora.pdf
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