Paul Antoine Matos y Notimex
Foto: Gerardo Jaso
La Jornada Maya
12 de enero, 2016
Durante los años setenta, los antros de Mérida realmente le hacían honor a su verdadero significado de ser grutas y cavernas, ya que algunos de los centros nocturnos más emblemáticos de aquella década se establecieron en los cenotes y cuevas del centro y sur de la ciudad, expuso Carlos Evia Cervantes, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), durante el cuarto simposio de Patrimonio Cultural, en el Centro Cultural Olimpo.
Durante su ponencia Historia y cultura en el subsuelo de Mérida, en el marco del Mérida Fest, el investigador indicó que establecimientos como el Yanal Luum y Tulipanes fueron utilizados durante los años setenta como centros nocturnos en los cuales se presentaban mujeres que ofrecían espectáculos con poca ropa.
Sobre el Yanal Luum comentó que “era un lugar agradable porque estaba aislado. En un momento dado, estos espectáculos alertaron a las autoridades y dijeron que atentaban contra la moral, pero la verdad es que si uno prende su televisión ve toda clase de escenas eróticas. Ya no se asusta nadie con eso. Allí había una diversión, ahora va uno a un lugar donde hay tubo y todo eso”.
Recordó que dicho establecimiento inició como restorán y estudio fotográfico, pero después el dueño tuvo la idea de instalar un bar y un centro nocturno por su rentabilidad. El propietario era el mismo de Tulipanes. También, en el sur de la ciudad, existió otro llamado La Cascada, como bar subterráneo.
Evia Cervantes indicó durante su ponencia que grupos de espeleólogos como Ajau y Grosjean Expeditions han identificado 150 cenotes y cuevas absorbidos por la mancha urbana de la capital yucateca, algunos de los cuales han sido afectados por la contaminación y el vandalismo.
“Lo ideal sería promover la cultura del cuidado al medio ambiente en las aulas, desde pequeños para que sea la propia población la que ayude a conservar esos sitios, algunos de los cuales albergan especies endémicas de flora y fauna”, subrayó.
Destacó que, por fortuna, muchos de los cenotes más importantes del municipio están bajo resguardo del gobierno federal, como el caso del ubicado en la zona arqueológica de Dzibilchantún y el denominado [i]Pikit-Be[/i], en los terrenos del aeropuerto internacional de Mérida.
Este último, abundó, es el más largo de la capital yucateca; con una extensión de más de 700 metros, y en ambos extremos tiene accesos, aunque la entrada al sitio está restringida y se requiere de permisos especiales para entrar.
De igual modo, comentó que es muy probable que existan más cenotes y cuevas de las 150 que han logrado identificarse, muchas de las cuales aún están por descubrirse y otras que se desconoce de su existencia porque están en predios particulares.
“Desafortunadamente, muchas de las cuevas y cenotes que están en predios particulares, no son reportados por sus dueños y estos no permiten el acceso a especialistas, ya que los usan para depósitos de aguas negras”, finalizó.
El mandatario ruso dijo estar comprometido con "conversacione serias" con Kiev
Ap
'La Leona Dormido' deleitó al público capitalino en con su 'Adios Tour'
La Jornada
El certamen convocó a más de 57 mil participantes, de los cuales destacaron 93
La Jornada Maya
El servicio proveerá del líquido de manera directa a la red
La Jornada Maya