Los manglares de Yucatán son un lugar privilegiado para ver aves inusuales, especialmente para apreciar esas enormes franjas rosas que forman los flamencos que se desenvuelven en libertad y a quienes se puede llegar gracias al turismo comunitario, que plantea un tour de bajo impacto ambiental y que no perturba a la especie.
La zona de mangle que abarca de Río Lagartos a El Cuyo es el hábitat donde las grandes aves rosas eligen aparearse formando colonias con cientos de ejemplares, los cuales son visibles solamente llegando en lancha, que tiene que aproximarse a una distancia apenas perceptible para ellos.
La cooperativa Río Lagartos Xplore, que forma parte de la unión de sociedades cooperativas Co´ox Mayab y de la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario (APTC), ofrece recorridos matutinos donde se destaca toda la riqueza de los manglares, desde su aporte rico en alimentos para la fauna de la zona hasta su comportamiento como una barrera natural contra huracanes.
El recorrido comienza en el muelle de Río Lagartos y poco a poco se adentra a la ría donde el turista vive una experiencia más cercana con la naturaleza.
Desde que la lancha arranca comienza el avistamiento de aves: gaviotas y enormes pelícanos sobrevuelan el área en busca de peces. Más adentro el olor a mangle comienza a ser cada vez más fuerte y aunque es penetrante a los pocos minutos se vuelve tolerable.
Las raíces del árbol de mangle suelen ser el escondite preferido de los cocodrilos, que ahí reposan hasta que se asoman para alimentarse de aves y peces. Si corren con suerte, los turistas podrán encontrarse algún ejemplar tanto de día como de noche.
Más al fondo, parvadas de cormoranes sacuden sus plumas luego de meterse al agua a pescar. Y finalmente comienza el avistamiento de los favoritos de los turistas: los flamencos, que se erigen en una pata o emprenden el vuelo desplegando esa majestuosidad rosa con negro.
Son aves largas, que durante la época de apareamiento el macho suele realizar bailes para atraer a la hembra. El espectáculo puede apreciarse desde la lancha, que se estaciona a varios metros de distancia.
En una sola colonia llegan a reunirse hasta mil ejemplares, que conviven igual con los pelícanos, los cormoranes y las garzas tigre, una especie difícil de avistar en México en zonas fuera de la península de Yucatán.
Henry Pat, socio de Río Lagartos Xplore, que también forma parte de la cooperativa Co’ox Mayab, explica la flora y fauna del sitio, destaca que esos paseos sólo son posibles por el esfuerzo que las comunidades hacen para preservar el lugar.
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El amor que Henry demuestra por Río Lagartos se contagia, es un lugar de mucha riqueza biológica, es un refugio para especies, pero también para sus habitantes que se entregan a su conservación.
“El turismo es una actividad complementaria que genera ingresos al seno familiar y fomenta la conservación y la revalorización y las tradiciones de la comunidad, pero también contribuye a la conservación del patrimonio natural”, destaca el guía.
Además del recorrido en lancha en busca de flamencos, el tour incluye un baño maya, que consiste en untarse arcilla blanca en la piel que funciona como exfoliante.
Para eliminar los rastros de la arcilla, el ojo de agua dulce en Chiquilá es una opción que permite nadar con pequeños peces en agua cristalina.
Los turistas agradecen este recorrido biocultural, pues no sólo representa un acercamiento con la naturaleza sino también permite conocer usos y costumbres de las comunidades.
“Me encantó el baño maya, siento mi piel muy suave y me siento renovada, pero sin duda ver a los flamencos es lo mejor que me ha pasado, son unos pájaros increíbles”, señala Claudia, una visitante.
Eso es lo que destaca Henry del turismo comunitario que impulsa la APTC, la función de mejorar la condición de vida de las zonas rurales donde se practica.
“Comparado con el turismo de masas, el turismo comunitario, como el que practicamos nosotros en las reservas naturales, es menos concurrido y permite conocer la cultura local, a los lugareños de las comunidades. Es un turismo consciente que combina la interacción con las personas locales y la paz que te ofrece la naturaleza, te desconectas de la bulla de la ciudad con la brisa del mar, el canto de las aves y disfrutando toda la belleza”, comenta.
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¿Qué es la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario?
La red surge desde 2016 con la finalidad de incrementar las visitas turísticas a comunidades rurales para beneficiar a los habitantes sin explotar la naturaleza.
Está integrada por tres redes estatales: Caminos Sagrados (Quintana Roo), Consejo de Turismo Rural de Campeche (Campeche) y Co´ox Mayab (Yucatán). En total son 273 socios de comunidades indígenas y campesinas agrupados en 24 empresas sociales de turismo comunitario.
La APTC funciona con comités conformados por integrantes de todas las redes estatales que trabajan en las siguientes líneas: capacitación, promoción y gobernanza.
Para hacer una reserva, puede ser por el celular o WhatsApp al 999 447 8395. El horario de atención es de lunes a viernes de las 9 a las 17 horas, sábados y domingos de las 9 a las 12 horas. Más información en Facebook: Co'ox Mayab Instagram: @Coox_Mayab, y en cooxmayab.com
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