Jafet Kantún
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 22 de octubre, 2018
Un grupo de casi 20 personas, con carteles y música, se manifestaron en muestra de solidaridad con la caravana de migrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores ubicada en Paseo de Montejo.
Allí, los protestantes, exigieron al gobierno de la República y al chiapaneco un trato sensible y solidario con los “hermanos” de dichos países. Asimismo, hicieron un llamado al gobierno hondureño, dado que señalaron, han descuidado a sus habitantes, lo que ha generado el movimiento masivo y luego no han apoyado debidamente los intereses de los migrantes.
“A México le pedimos absoluto respeto a los derechos humanos. México no puede ser la policía de Estados Unidos, que es lo que Estados Unidos ha intentado hacer durante mucho tiempo y a lo que el gobierno de Peña Nieto se prestó siempre”, señaló Marta Capetillo, dirigente del Grupo Indignación.
Lucero Mendizabal, una de las manifestantes, señaló que el gobierno de Chiapas actuó por “imagen” respecto a las carpas de salud que fueron instaladas para atender a los migrantes heridos y afectados por el extenuante viaje. “Ninguno de los gobiernos han garantizado la seguridad. No le correspondía a la fuerza federal reprimir”.
El 19 de octubre, la caravana migrante rompió las vallas fronterizas en Chiapas, lo que ocasionó un enfrentamiento con elementos de la policía federal, mismos quienes lanzaron gas lacrimógeno a los extranjeros.
Con una opinión distinta, Rafael Catzín Pech, presidente del Partido Migrante Mexicano (PMM), dijo entender al gobierno Mexicano, de exigir un paso ordenado y legal, ya que “dentro de este aglomerado de gente, viene gente delincuente, puede inmiscuirse a la Mara Salvatrucha. Es una cuestión en la que entendemos al gobierno Mexicano. Aún así, dijo, desde su posición, entender a las personas que no tienen documentos para cruzar legalmente la frontera. Algunas por la dificultad del proceso y otras por su costo, mencionó.
El líder del partido, precisó que su reclamo va más en contra de un doble sentido, a lo que especuló “esta caravana la vemos muy insólita, no sabemos realmente quién convocó”. En el mismo sentido, dijo “lo que podemos imaginarnos es que Trump se está beneficiando con esto, porque ahora vienen las elecciones en Estados Unidos, y con esto, él se pone la corbata.
A la manifestación también acudieron representantes de la agrupación Unión Estudiantil. Yerili Noemi Brito, pidió a las autoridades federales empatía con los migrantes, ya que también hay mexicanos que se encuentran en esa situación.
El grupo convocó a una colecta de víveres, la cual se realizará a partir de mañana y sin tiempo específico en el Café La Tregua y en el Centro Cultural Efraín Calderón. Pidió a las personas llevar sobre todo alimentos no perecederos y medicamentos.
El 13 de octubre pasado un grupo de más de 3 mil personas salió de San Pedro Sula, Honduras, con destino a los Estados Unidos. La caravana de migrantes pasó por Guatemala y desde el pasado miércoles llegó a la frontera nacional.
El gobierno de la República, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores comunicó previo a la llegada de la caravana a la frontera que se daría libre acceso a los migrantes documentados y a aquellos que no tengan sus documentos se les invitó a acudir individualmente ante la Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar) para entrar al país en calidad de refugiados.
El día de hoy el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a través de un mensaje en la red social Twitter, señaló que se comenzarían a cerrar los apoyos económicos que el gobierno estadunidense destina a los países de Guatemala, Honduras y El Salvador. Esto debido a que no fueron capaces de detener la caravana de migrantes.
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada