Texto y foto: Hubert Carrera Palí
La Jornada Maya
San Francisco de Campeche
Jueves 19 de enero, 2017
Un reducto militar que data del siglo XIX, ubicado en el centro de la ciudad de Seybaplaya, fue demolido durante la remodelación del parque, lo que ha causado indignación entre los moradores del lugar. Al respecto, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, Antonio Benavides Castillo, sentenció “que cualquier ciudadano puede destruir un edificio en tanto el hecho no sea denunciado”.
La destrucción quedó al descubierto primeramente a través de las redes sociales y posteriormente el hecho fue confirmado por La Jornada Maya. Habitantes del lugar exigen ahora les repongan este patrimonio, que data de 1870 y sirvió por mucho tiempo como primera toma de servicio de agua.
En entrevista, Jorge Pech, Manuel Santini y Jorge Talango, habitantes de esta ciudad de pescadores, coincidieron en que la destrucción de este vestigio se llevó a cabo el pasado 16 de enero, cuando trabajadores de la constructora asignada a la remodelación del centro de esparcimiento familiar tumbaron la estructura sin contar con el permiso del INAH.
El reducto, conocido como El Pocito, coincidieron los informantes, formaba parte de un puesto militar y era el lugar en donde los pobladores de esta comunidad, ubicada a unos 20 minutos de la capital del estado, se abastecían de agua.
Los inconformes denunciaron que la empresa encargada de la obra de remodelación del parque principal derribó el monumento histórico con la maquinaria que se encontraba laborando en el lugar, sin embargo desconocen si esto se realizó por orden de la autoridad municipal.
Lo cierto es que al igual que el faro del Morro, esta estructura que databa del siglo XIX formaba parte de la historia contemporánea de la otrora villa de Seybaplaya, por eso hoy los habitantes exigen una explicación al respecto.
Por su parte, Antonio Benavides Castillo, cuestionado al respecto, dijo primeramente desconocer el hecho y pidió a los inconformes interponer formal denuncia ante la PGR, aunque más adelante afirmó que “cualquier ciudadano puede destruir un edificio en tanto el hecho no sea denunciado”.
En los alrededores de la ciudad de Seybaplaya, reconoció el titular del INAH, también se encuentran registrados montículos mayas de los que no se tiene conocimiento de que estén destruidos o saqueados.
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