Tras el desplome de la fachada de una casona en el Centro Histórico de la capital de Campeche, ocurrido la noche del miércoles, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Centro INAH Campeche) y Protección Civil municipal señalaron la notificación realizada al propietario del edificio para la intervención urgente a la infraestructura del inmueble. Por protección de datos, su nombre no fue revelado.
Desde el momento del incidente, la titular de la Secretaría de Protección Civil del estado (Seprocicam), Bertha Pérez Herrera, afirmó que la comuna y el INAH local ya tenían conocimiento de las condiciones de dicha edificación, incluso -a través de Facebook- un ciudadano público una imagen de las grietas que habían en la fachada.
Seprocicam sólo notificó al organismo municipal y federal, pero no actuó en consecuencia bajo el argumento que no es tema de su competencia, pese a representar al área de Protección Civil.
Mientras tanto, el representante jurídico del Centro INAH Campeche, Jorge Alberto Aguilar Montero, aseguró que ellos no podían intervenir la edificación directamente pues carecen de los recursos necesarios para hacer reparaciones a las casonas y que los responsables directos para estas acciones son los propietarios de dichos inmuebles.
Ante los cuestionamientos de una posible expropiación, aseguró no está en manos de la dependencia federal y mucho menos municipal.
Apuntó que “debe haber sinergia, sí, pero es cuestión de diálogo, ni el Ayuntamiento ni el Centro INAH Campeche podemos intervenir esos espacios por ser privados, por un lado estarían desviando recursos para un tema que no es de su competencia y del otro tendríamos que buscar la oportunidad de recursos”.
Guadalupe Rodríguez Chávez, directora de PC municipa, explicó que notificaron a los propietarios y comenzaron a hacer los trabajos pertinentes, pero más allá no podían intervenir: en primera porque es un embanquetado, y porque encintar todo para que no pasen los ciudadanos iba a traer mayores problemas.
Sostuvo que los responsables directos son los propietarios,y admitió que lamentablemente hay más edificaciones de este estilo en dichas condiciones. Recordó que en el Barrio de Santa Ana una casona corría con la misma suerte y tuvo que ser intervenida por Protección Civil municipal, en el entendido que delimitaron el área para los trabajos pertinentes de los propietarios. Esto fue hace dos años aproximadamente.
Un árbol sostenía la estructura, aseguran testigos
“Nosotros escuchamos el ruido, porque sonó fuerte, aunado a las alarmas de los vehículos dañados; cuando vimos de qué se trataba, sabíamos que fue por la poda del árbol”, comentaron trabajadores de la zona de restaurantes en la calle 59, ubicada a la vuelta del incidente. Señalaron que los trabajos de intervención ya habían comenzado, pero aparentemente no les dio tiempo de las acciones pertinentes.
Relataron que ellos vieron cómo trabajadores poco a poco desmantelaron un árbol que creció en medio del inmueble y su copa llegaba al techo de la casona que antiguamente era una licorería tradicional de la familia Arceo. Cuando comenzaron a cortar ramas y parte del tronco, debían poner vigas para sostener el techo y la infraestructura, es decir, para que no se viniera abajo la antigua construcción.
Finalmente, este miércoles por la noche ocurrió el incidente, y la mañana de este jueves -cuando continuaban los trabajos para liberar de escombros la calle 10- podían observarse los pedazo de troncos en el interior de la construcción vieja.
Edición: Mirna Abreu
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