Al caminar por los campos y zonas arboladas es muy frecuente escuchar su peculiar
zumbido, haciendo notar a varios metros a
la redonda, que cerca de este sitio se encuentran una chicharra o cigarra común.
Su nombre científico es cicada urni, cuya
denominación proviene del término latino
que significa zumbador, en alusión al sonido
que emiten, similar a un zumbido.
Jacqueline May Díaz, vocera de Desarrollo y Medio Ambiente, A.C., detalla que la chicharra se caracteriza porque la cripto coloración del cuerpo varía de marrón a gris.
“El abdomen tiene segmentos rojizos y
sedosas pubescencias; en tanto que la cabeza muestra ojos grandes y prominentes
separados hacia ambos lados, tres pequeños ojos situados en la parte superior, antenas muy cortas y un largo probóscide”.
Señala que los adultos de esta especie
llegan a medir hasta 25 milímetros de longitud, con una envergadura alar de aproximadamente 70 milímetros.
“Las alas anteriores son transparentes y
membranosas, con venas bien dibujadas y
varias manchas negras características”.
Esta especie se distingue de otras de la
misma familia por su canto, ya que el de la
cucada ornitorrinco es discontinuo, repetitivo y monótono, mientras que la cicada
barbara presenta un canto continuo.
Subrayó que por sus características esta especie es herbívora y se
alimenta de la savia de los árboles.
Alimentación
Mientras tanto, la bióloga Estela Díaz
Montes de Oca, asegura que las cigarras adultas pueden encontrarse
en verano alimentándose de la savia
de árboles y arbustos, gracias a sus
piezas bucales bien adaptadas para
la perforación y la succión.
Indicó que se trata de una especie claramente arborícola, fácil de
encontrar en terrenos cultivados,
como olivares, almendros y huertas
con frutales.
Reproducción
“Sólo los machos producen su bien
conocido canto, un chirrido causado
por la contracción y relajación de sus
membranas abdominales”, expresa
el ambientalista Gustavo Jiménez.
Menciona que este canto cumple la función de atracción sexual
de las hembras.
Subrayó que comúnmente los
machos cantan en grupos de muchos individuos sobre las soleadas
ramas de los árboles.
“Cuando las hembras se acercan a
los machos, tiene lugar el cortejo, en el
que las cigarras repetidamente se agarran y tocan mutuamente con sus patas”.
Indicó que al final de este proceso se aparean en ese mismo lugar.
“Las cigarras adultas ponen sus
huevos en verano, huevos que serán
empollados en otoño o finales de verano. En contraste con el apenas mes
y medio que dura su fase de reproducción adulta, las larvas vivirán por
varios años bajo tierra, alimentándose
del jugo de las raíces de las plantas”.
Distribución
Esta especie habita zona de árboles del
Área de Protección de Flora y Fauna
Laguna de Términos, siendo posible escucha su zumbido en las zonas rurales.
Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala!
Edición: Ana Ordaz