Campeche > Sociedad
Jairo Magaña
04/12/2024 | San Francisco de Campeche
Cerveza, vinos y licores, y ahora 15 toneladas de maíz, han sido rapiñados por pobladores de los municipios Calkiní y Hecelchakán en la última semana tras la volcadura de tres unidades de carga pesada en la carretera Campeche-Mérida; uno de los accidentes fue aparentemente porque el conductor dormitó y dio volantazo para no ocasionar un accidente mortal; y los otros dos fue por chocar a otros vehículos.
Hasta el momento no hay postura alguna por parte de los integrantes de la Asociación Mexicana de Operadores y Transportistas AC, quienes están coaligados al 60 por ciento de las empresas de transporte de carga pesada dedicadas a llevar diversos productos por las carreteras del país, y quienes incluso señalaron a las carreteras de Campeche como las peores del territorio nacional hace unos meses, y que claramente continúan en malas condiciones.
En los tres incidentes, había presencia de seguridad municipal y de la Guardia Nacional (GN), pero no pudieron contener a la turba de pobladores que llegaban con bolsas, sacos, cajas y otros utensilios para llevarse el producto regado en la cinta asfáltica tras las volcaduras.
Cabe recordar que la rapiña está penada a nivel nacional e incluso se han realizados investigaciones a nivel estatal precisamente por el tema del robo generado ante los daños en las cajas de transporte de las pesadas unidades; sin embargo, en este sentido no hubo ni detenidos ni mucho menos investigaciones al respecto.
Nadie ha hablado de las pérdidas, pero en esta última volcadura donde se perdieron 15 toneladas de maíz el precio de este grano el año pasado alcanzó los 5 mil 700 pesos por tonelada, es decir, que los daños oscilarían los 85 mil 500 pesos, además de las afectaciones del vehículo.
Con respecto a los camiones que transportaban cerveza y vinos y licores, se supo por los elementos presentes que los choferes presentaron la documentación oficial y ahí se especificaba que era producto asegurado; sin embargo no deja de presentar pérdida económica para la empresa pues deben pagar el deducible del seguro por el producto “robado”.
Edición: Fernando Sierra