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La Jornada Maya
14/06/2025 | San Francisco de Campeche
Sin oponerse, e incluso algunos hasta ayudando, pescadores del Camino Real —como el permisionario Javier Antonio Hernández— están desmantelando y desalojando los pequeños puertos de abrigo, junto a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional (GN), así como autoridades estatales. Esto se debe a los permisos que la Profepa no otorga para instalarse en esa zona.
En este sentido, el permisionario aseguró que no están en contra, pues reconocen que no son dueños de esa área y ya les habían advertido sobre la posibilidad de comenzar a reordenar el espacio marítimo federal, como está ocurriendo ahora.
Sin embargo, sí pidió al Gobierno del Estado y a las autoridades federales que los contemplen en algún proyecto pesquero para que puedan contar con puertos de abrigo adecuados, así como con un buen muelle para el desembarque. Justificó el uso de puertos temporales debido a la falta de certeza jurídica sobre la tierra o el espacio donde se habían instalado desde hace ya aproximadamente dos décadas.
Destacó que ya se había realizado una reunión previa, y que la Profepa se mostró en la mejor disposición de que el equipo importante —como lanchas, neveras y demás insumos— sea reubicado a los espacios permitidos, pues para ello ya existe un muelle construido en la zona.
También señaló que hay más agrupaciones o cooperativas pesqueras en el Camino Real, algunas de las cuales se encuentran a escasos metros del muelle. En lo que respecta a la zona marítima federal, nadie protestó ni hubo altercados.
Finalmente, el permisionario recordó que el anterior gobierno prometió —en uno de los informes de Alejandro Moreno Cárdenas— la construcción de un puerto de abrigo más grande, así como un mercado para la venta directa, para que no tuvieran que vender el producto a acaparadores, intermediarios o empresas exportadoras de pescados y mariscos.
La delegada de la Profepa en Campeche, Gissell Guerrero, aseguró que no se violentaría a las personas, pero afortunadamente muchos estaban conscientes de su mal proceder, e incluso algunos colaboraron para desmantelar más rápidamente las chozas hechas con láminas, maderas y tablas.
Mencionó que buscarán establecer vínculos con el Gobierno del Estado para desarrollar un proyecto que los pescadores puedan adoptar como su nuevo puerto de abrigo.
Edición: Emilio Gómez