Europa Press
La Jornada Maya
Río de Janeiro, Brasil
Jueves 25 de octubre, 2019
Todos los domingos, la Parroquia de Sant’Ana Gravatá, en Brasil, acoge a perros callejeros del barrio por una noble causa. El padre Joao Paulo Arujo Gomes, que dirige la parroquia, es quien lleva a cabo esta inspiradora idea con el propósito de ayudar a estos animales a encontrar un hogar entre sus feligreses.
La casa parroquial de San’Ana Gravatá siempre está abierta para todo el mundo, incluidos los perros de la calle. Pero, es cada domingo durante la celebración la misa para la comunidad cuando el sacerdote se asegura de que los perros se conviertan en el centro de atención colocándolos en un lugar donde todos puedan verlos.
En Gravatá, municipio brasileño del estado de Pernambuco, hay cerca de 230 mil habitantes y se cuentan por miles la cantidad de perros que viven en las calles. Muchos de ellos necesitan ayuda y atención urgente y los refugios no dan abasto. Ante esta situación, el padre Joao Paulo decidió hacer algo para intentar paliar el problema, aportando su granito de arena.
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