Felipe de Edimburgo: Las cartas de amor que le escribió a la reina

Los jóvenes comenzaron su relación en medio de la Segunda Guerra Mundial
Foto: The Royal Family

Escritas a mano y llenas de ilusión adolescente que anhelaba una relación de película: así eran las cartas que intercambiaron el príncipe Felipe y la reina Isabel II inmediatamente después de conocerse. 

Lo que comenzó como un coqueteo a distancia en el que el único encuentro era a través de las frases escritas en una hoja de papel se convirtió en un amor tan sólido que se prolongó más de siete décadas. 

La historia de Felipe e Isabel comenzó cuando ella era una princesa de apenas 13 años y él todavía era el príncipe de Grecia con 18 años ya cumplidos. Fue en una boda real a finales de los 30 donde cruzaron miradas por primera vez, el momento en que ella decidió que ese joven sería el amor de su vida. 

Este viernes 9 de abril, la reina se despide del hombre que la acompañó desde 1947 y quien aún después de casados continuó escribiéndole cartas de amor. El príncipe Felipe falleció a los 99 años. 

La historia de amor con la reina inició en la década de 1940 en medio de la Segunda Guerra Mundial, en la que Felipe participó como cadete de Reino Unido. 

 

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Debido a la distancia por su servicio militar, Isabel II y Felipe sólo podían comunicarse a través del correo y en un periodo de tres años alcanzaron a verse únicamente un par de ocasiones. 

Felipe le decía Lilibet a Isabel en sus cartas, en ellas reconocía haberse enamorado sin reservas y le mostraba agradecimiento. 

"Me temo que no soy capaz de expresar todo esto con las palabras correctas y ciertamente soy incapaz de mostrarte la gratitud que siento", le escribió a su enamorada, de acuerdo con el libro Young Prince Philip: His Turbulent Early Life.

En la carta, Felipe reconoció que tras una difícil vida desde la infancia, encontrarse con la entonces princesa minimizaba todos sus problemas. 

“Haber sido salvado en la guerra y visto la victoria, haber tenido la oportunidad de descansar y reajustarme, haberme enamorado por completo y sin reservas, hace que todos los problemas personales e incluso del mundo parezcan pequeños y mezquinos”.

Así se desarrolló el romance entre la joven pareja, que ya había hablado de casarse en numerosas veces, pero que no había podido cumplir su meta porque ella no tenía 21 años. 

Fue hasta 1947 que se anunció el compromiso y dos semanas después de la boda, realizada el 20 de noviembre de 1947, el ahora príncipe de Edimburgo le escribió a su esposa sus buenos deseos para el futuro. 

“Lilibet es la única cosa en este mundo que es absolutamente real para mí y mi ambición es empujarnos a los dos hacia una nueva existencia combinada que no solo será capaz de resistir los golpes dirigidos a nosotros, sino que también tendrá una existencia positiva para el bien ... ¿Cherish Lilibet?”, dejó plasmado el recién nombrado conde de Merioneth y barón de Greenwich. 

Isabel II y Felipe de Edimburgo estuvieron casados 74 años y sólo la muerte pudo separarlos.

 

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