El gobierno francés anunció este martes que emprenderá acciones legales contra la ciudad de Grenoble (sureste) por permitir la “inaceptable provocación”, contraria a los valores laicos de utilizar el llamado burkini en las piscinas públicas.
El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, mencionó en Twitter que dio instrucciones a las autoridades del departamento de Isère para que intenten revertir la medida en los tribunales y acusó al alcalde de Grenoble, Éric Piolle, de representar una “inaceptable provocación” a los “valores laicos”.
El Ayuntamiento de Grenoble, encabezado por el ecologista Piolle, aprobó este lunes por una pequeña mayoría modificar las normas internas de las instalaciones de las piscinas públicas de la ciudad para introducir este atuendo.
En vísperas de la votación, la prefectura de Isère ya adelantó que acudiría a los tribunales para bloquear la norma pues “socavan gravemente” los principios de laicidad y neutralidad de la vida pública.
Sin embargo, para el alcalde Piolle, la norma viene para sumar a la causa “feminista”, “sanitaria” y “laica”, y se mostró “encantado” de ser blanco de los “ataques” del gobierno central, recordando a su vez medidas similares adoptadas hace algunos años en otras ciudades como Rennes, en la Bretaña francesa.
El asunto del ‘burkini’, así como el del velo, suele caldear el debate político en Francia, máxime en período electoral como el actual, a menos de un mes de unas elecciones legislativas claves para el presidente francés, el centrista Emmanuel Macron.
El alcalde de Grenoble, el ecologista Éric Piolle, defiende que la reforma del reglamento municipal de piscinas busca poner fin “a las aberrantes prohibiciones vestimentarias” y a las órdenes “sobre el cuerpo de las mujeres”.
Edición: Emilio Gómez
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